Desajuste de las palabras
Ante la muerte de Margaret Thatcher los diarios en España cada uno según su fe y credo político ponía el titular sobre su deceso: Revolucionaria conservadora, revolucionaria liberal entre otras sandeces. Pero de todos los leídos ninguno calzaba en justa dimensión a la política inglesa de derechas, era un traje largo o en su defecto le quedaba tremendamente hortera, huachafo. No encajaba. Se mostraba los pliegues desajustados. Lo que peor de estos titulares fue el que señalaba el de la revolucionaria conservadora ¿?, ¿podríamos decir que zutano era un socialista conservador, es una negación en sí misma. Sí es socialista [al menos en su credo político cree en la igualdad entre las personas y quiere cambiar las reglas de juego a favor del establishment, al menos en teoría] no es conservador [el conservador por el contrario trata de mantener las cosas como están, que no se mueva nada, al menos a priori] y viceversa. Como podemos tragarnos esos titulares tan dulcemente, revela la situación de orfandad que atravesamos que no valoramos a las personas con las palabras justas. Esta es una situación muy parecida a la apropiación de las palabras que hacen los bancos y entidades financieras para su publicidad, se apropian descaradamente del vocabulario de izquierda o al menos progresista – les recomiendo que se lean bien los anuncios de los bancos y entidades financieras. Esta apropiación ha conllevado al encanecimiento de las ideas, de las palabras Lo más ponderado hubiera sido titular que falleció una líder conservadora que renovó a su manera a la derecha, inglesa y de otras partes del globo. O a estas alturas del partido no me van a decir que promover los recortes del gasto social es revolucionario, por favor. Privatizaban la sanidad pública para dárselos a sus amigos de derechas ¿es esto la revolución? Según estudios la sanidad pública en Inglaterra está por los suelos desde la Thatcher, más con Blair o Cameron. Pero añadir la palabra revolucionara o que acompañara esta palabra era un sin sentido que no pintaba a esta política de la Gran Bretaña. Son estos tiempos que vivimos.
