Alegría para Iquitos
Este equipo del CNI pertenece a una de las mejores etapas del cuadro albo (1977). Un cuadro que le jugaba de igual igual a cualquiera de los grandes del fútbol peruano. Por eso fue campeón del descentralizado ese año. Teniendo como recinto el viejo Max Augustin. Ahí está la antigua tribuna oriente colmada de hinchas una tarde de domingo. Con camiseta verde y trusa blanca ésta era la formación regular del vendaval. (Parados de izquierda a derecha): Alfonso Marañón, Juan Rubianes, Tijero, Otorino Sartor, Pedro Cajo y Rufino Bernales. (Hincados): Juan del Aguila, Alfonso “Chorizo” Rengifo, Bernabé Navarro, Herrera y Henry “Chejo” Perales.
Atletismo en el viejo estadio
Una jornada deportiva de atletismo, en el preciso instante de la largada, sobre una pista atlética de tierra y grass, con una tribuna techada en lo que sería occidente. Sí señores, es el estadio de Iquitos, que empezaba a ser el escenario del deporte loretano por tradición. La afición desborda las graderías por los años 30 ó 40 del siglo pasado. Un vecino respetable donó el terreno, toda una manzana, allí entre las calles Putumayo, Calvo de Araujo, Alzamora y Almirante Guisse. Por eso, el ahora moderno estadio de Iquitos lleva el nombre de ese ciudadano, cuyos herederos deben estar más que orgullosos de ver en el frontis del primer escenario deportivo de la región el nombre de don Max Augustin.
Sí, sí, sí…
Sale el CNI a la cancha del césped natural del viejo “Max Augustin”, un recuerdo de los años 70 del siglo pasado. En ese equipo se nota la presencia del “Chivo” Neyra, Henry Perales, Céspedes, entre otros. Observen la antigua tribuna de occidente con ese techo en forma de galpón y que por esos años era blanco de duras críticas por parte de los periodistas deportivos. Esos eran tiempos cuando el CNI peleaba ubicaciones de media tabla para arriba, incluso fue campeón del Descentralizado.
Sale el equipo
Tantas veces un representativo loretano ha viajado a la capital y otros puntos del país para competir en torneos futbolísticos. Unos con mayor suerte que otros, pero se sabe que dejaban el alma en la cancha, como los que en la imagen vemos saltando al gramado de juego del viejo estadio de fútbol de Lima. Un uniforme a rayas, similar al que lucía el Dos de Mayo, era el distintivo de la primera selección de fútbol de Loreto (1934), que jugadores como, Guillermo Wong Rengifo, Sabino Pereyra, entre otros, defendían con honor. En ellos el homenaje a todos los que defendieron casaquillas loretanas con honor y entrega.
Cuanta nostalgia de las mejores epocas de mi ciudad… despues llegaron los motocarros y la c.. toda
Los comentarios están cerrados.