En los últimos días, diversos medios han difundido entrevistas con jóvenes presentados como “voceros” o “representantes de la Generación Z”, pese a que colectivos juveniles aseguran que no los conocen ni los han elegido. Según las denuncias, estos personajes serían infiltrados vinculados al Congreso y a partidos que hoy respaldan al Gobierno de Dina Boluarte.
Uno de los casos más comentados es el de Piero Mandros, quien ha aparecido en programas de Nativa y en canales de streaming identificado como “representante de la Generación Z”. En dichas intervenciones, el joven ha señalado que no apoya las marchas y que votaría por Rafael López Aliaga o Phillip Butters, ambos aliados del bloque parlamentario que sostiene a Boluarte. Esto ha generado sospechas es que el padre de Mandros sería asesor en la Municipalidad de Miraflores, gestionada por Carlos Canales, militante de Renovación Popular.
Este caso se suma al de Wildalr Lozano, otro joven desconocido que fue entrevistado en la radio Exitosa como vocero juvenil el mismo día de la marcha del 20 de septiembre. Horas después, apareció en una foto junto a Manuel Merino, expresidente cuestionado por las muertes en las protestas de 2020. Según activistas, esta coincidencia habría buscado restar legitimidad a las movilizaciones contra el Congreso y el actual Gobierno.
Para diversos colectivos, existe una estrategia coordinada desde medios afines al poder para crear falsos portavoces juveniles y “fabricar opinión pública” a favor de los partidos que dominan el Parlamento. Además de desinflar las marchas, buscan impulsar la imagen de sus futuros candidatos de cara a las próximas elecciones.
Frente a esta situación, representantes reales de la Generación Z —como Jacob Solano, Jorge Calmet y Milagros Rojas, elegidos por la Red Juvenil 14N y el colectivo Jóvenes Líderes para el Perú— han salido a aclarar que no existe ningún portavoz único o elegido por toda la generación, pero sí voceros legítimos reconocidos por los grupos que organizan las movilizaciones. “Los verdaderos representantes apoyamos las marchas, exigimos justicia para las víctimas y pedimos la vacancia de Dina Boluarte”, señalaron.
Los colectivos advierten que todo joven que respalde al Congreso o a los partidos que lo sostienen no puede considerarse vocero genuino de la Generación Z, y piden a los medios verificar a quiénes dan pantalla. “Cualquiera que no cumpla con estos principios podría ser un topo del Congreso”, advierten los activistas.
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