Como descendiente de ancestros amazónicos me restregó los ojos cuando observo cosas de uno y otro lado del charco. Aquí ha causado un gran revuelo un joven personaje que se hacía pasar como miembro de servicio de inteligencia y ofrecía sus servicios profesionales a empresarios para tal o cual contrato con una entidad pública. Inclusive decía, el runrún era que estaba en complicidad de sus jefes, que era el asesor de la vicepresidenta de gobierno. Un asunto tan delicado como el Cataluña era asumido por él, lo dice él y le corroboran ciertos testigos. Es decir, cuando el sistema público es vetusto y perverso como el de la península, este genera sus propias bacterias, así se inmuniza y fortalece este sistema opaco. Dice mucho de un Estado que es poco transparente, que esconde intereses patrimoniales. El bipartidismo que gobierna, y gobernó, este país ha generado estas perversiones (los socialistas en Andalucía es para echarse a correr por la trama de corrupción y el pueblo llano y soberano le ha dado respaldo con su voto). En Perú luego de la caída de los “partidos tradicionales” dio paso a los partidos de amigos – desde Fujimori a Humala. Y han visto al Estado como un botín a repartir. Han secuestrado al Estado. Dentro de esas “repartijas” tenemos como en la península que hay personas que ofrecen sus servicios para conseguir contratos para tal o cual obra pública. En un contexto gringo y en espanglesh, “lobbistas”, aquí les dicen “conseguidores”. Lo curioso en este Estado patrimonial es que hay diputados del partido de gobierno- sería su patente de corso, se ofrecen por esos servicios (el rumor es que cobran por esas gestiones, el porcentaje a negociar) y lo hacen en nombre del presidente de la República que cumple así con su promesa con la Amazonía, rezaba la coletilla de una de esas noticias. A pesar de la cocha que nos separa, parece que los cretinos de un lado al otro del lago piensan igual.
