Pablo O’Brien, experto en mediación político-social, expone la difícil situación de las comunidades nativas en Loreto, afectadas por la sequía y la falta de atención estatal. La escasez de agua impide a los habitantes acceder a sus cultivos y centros de salud, lo que ha resultado en desnutrición y enfermedades, especialmente entre los niños. «Hemos recibido videos de niños cruzando ríos peligrosos para llegar a la escuela», comentó.
El problema es más amplio y no se limita a la industria petrolera. La sequía, combinada con la deforestación y cambios climáticos, ha afectado la movilidad fluvial, esencial para estas comunidades. La falta de infraestructura y la dispersión poblacional complican la entrega de servicios básicos, dejando a muchos sin acceso a medicinas y alimentos.
O’Brien propone un enfoque de ordenamiento territorial para ubicar estratégicamente los servicios de salud y educación, en lugar de depender de soluciones temporales. «Es crucial que las autoridades y las comunidades trabajen juntas en un plan de desarrollo sostenible para enfrentar esta crisis», concluyó.
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