En el Congreso Yeni Vilacotama es una paria, parlamentariamente hablando. Si antes fue asesora del congresista Ángulo del Partido Nacionalista hoy no tiene asiento en las comisiones a pesar de pertenecer a Fuerza Popular, la primera fuerza parlamentaria. Y ha salido a declarar que se siente defraudada con la lideresa Keiko Fujimori porque siente que aquello de la lucha contra la corrupción solo era una cortina para que la hija de Alberto llegue a la Presidencia. Dicen que la han utilizado. Ya ya está grandecita para ello. O, si pensamos a la inversa, podemos deslizar la idea que quien utilizó a Fuerza Popular fue Vilcatoma, pues por sus propios méritos –llámese votos- era muy difícil que logre una curul. Habrá que recordar que a los pocos días de estrenada la nueva Legislatura el congresista loretano Del Aguila Cárdenas anunció la llegada a Iquitos de la entonces presidenta de la Comisión de Fiscalización. Llegada que se postergó para siempre y que el loretano nunca informó los detalles cuando lo más lógico era que sea Héctor Becerril quien llegue a Iquitos para cumplir igual labor que su antecesora.
En el distrito de Belén, el Alcalde Richard Vásquez rompió fuegos contra el gobernador Fernando Meléndez. Le dijo llorón, mentiroso e inútil. Características que, suponemos, son inherentes al líder del MIL. Aparte que Vásquez escogió un mal día para lanzar esas declaraciones, si de efecto mediático hablamos. Lo que llama la atención es que son muy pocos los personajes que quieren mostrarse públicamente con el gobernador porque políticamente está por los suelos. En verdad Richard Vásquez nunca necesitó del apoyo del gobernador para lograr obras en el distrito. Sin embargo, luego del triunfo de PPK era previsible que ambos juntaran esfuerzos para que las municipalidades destraben los proyectos en el MEF. Hace algunas semanas Richard Vásquez ya había dicho que el congresista Jorge Meléndez no le ayuda en nada para destrabar proyectos lo que provocó la respuesta inmediata del legislador afirmando que si tocaban su puerta podía apoyar pero que el alcalde de Belén no lo había hecho. Hoy el alcalde está más pegado a los congresistas de la oposición y su alejamiento del MIL será también una distanciamiento con la AMRELOR que no tiene la fortaleza de otros años pero de algo sirve su membrete.
Ambos casos reflejan la precariedad de la política peruana. Una, nacional, la otra regional. Tanto en el Congreso como en el Concejo. Precariedad que no es por la presencia de agrupaciones independientes sino que es una característica heredada de ellos, precisamente. Y es que las escisiones programáticas e ideológicas son positivas si es que apuntan al desarrollo de las agrupaciones y sus integrantes. Se tornan negativas cuando las adhesiones y deserciones se hacen por un metro interés personal.
Yeni Vilcatoma tendrá que buscar un espacio propio en un Congreso que le va cerrar las puertas porque no tiene grupo político. Contrario a lo que podría suceder con Richard Vásquez, quien con este alejamiento intenta desmarcarse de una autoridad que está sin rumbo y solo se dedica a hacer todo lo que puede favorecer a su entorno mediocre e inútil. Por eso mismo la de Vilcatoma es un camino incierto mientras que el del alcalde puede ser promisorio.