Yoselin Ortega, la niñera dominicana que en 2012 mató en Manhattan a los dos pequeños que cuidaba, fue condenada el lunes en Estados Unidos a cadena perpetua, sin posibilidad de liberación.
La mujer de 56 años aseguraba que cometió el doble asesinato de Leo y Lucia Krim, de dos y seis años, durante un momento de locura el 25 de octubre de 2012.
Pero tras un juicio de seis semanas, y a pesar del testimonio de psiquiatras que estimaron que Ortega sufría de psicosis y se encontraba en un estado «disociativo» en el momento de los crímenes, un jurado la declaró culpable de los dos asesinatos el 18 de abril.
El juez Gregory Carro aceptó el lunes el pedido de los padres de los niños y del fiscal, que estimó que Ortega, una «narcisista maligna», el «mal en estado puro», debe ser privada de toda «esperanza» de recuperar la libertad.
Por la primera vez desde el inicio del juicio, Ortega requirió la palabra durante unos minutos y pidió clemencia a raíz de su enfermedad mental.
Con lágrimas en los ojos, expresándose en español, pidió «muchas disculpas». «Yo había dicho a mi familia que no me sentía bien», afirmó.