* Carmen Rosa Yumbato Navarro inició en el negocio a los 13 años y hoy continúa impulsando su hogar desde la cuadra 7 de la calle Iquitos.
Desde los 13 años, Carmen Rosa Yumbato Navarro encontró en la venta de refrescos, aguajes y plátanos fritos una manera de apoyar a su familia. Lo que empezó como una ayuda a sus padres, junto a su hermana, se convirtió con el tiempo en su principal sustento. Hoy, ubicada en la cuadra 7 de la calle Iquitos, continúa con el negocio que le permitió formar un hogar y educar a sus hijos.
Su experiencia la llevó a destacar la importancia de la constancia en el emprendimiento. Reconoce que al inicio las ventas pueden ser bajas, pero que con el tiempo los clientes regresan y la actividad se consolida. “¿Para qué tener miedo? El trabajo abre camino”, aseguró, mientras señala que este esfuerzo es un complemento al ingreso de su esposo y una muestra de que es posible salir adelante con dedicación.
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