[Defensoría del Pueblo].
En lo que va del año se han reportado más de 900 casos de Bulling en nuestro país sin embargo existen muchos otros que no han sido registrados o no se han denunciado por temor u otras circunstancias.
El Bulling o Acoso Escolar se produce cuando existe intimidación o maltrato entre estudiantes de forma repetida y sostenida en el tiempo con la finalidad de humillar y someter a un compañero se produce mediante agresiones físicas, verbales y también a través de internet, especialmente mediante redes sociales. Las victimas suelen presentar algunas de estas características: Descenso del rendimiento escolar, dificultad para concentrarse o deseo frecuente de faltar al colegio, miedo a estar solo o sola, llanto incontrolado, síntomas depresivos como irritabilidad, insomnio, pesadillas o falta de apetitos, incluso síntomas de ansiedad tales como malestar generalizado, opresión en el pecho, sensación de ahogo o dolor de cabeza.
Todos y todas debemos estar atentos a estas señales. Si conoces a un estudiante que sea víctima de Bulling, bríndale tu apoyo, denuncia los hechos, no intentes minimizar lo que le está pasando. La denuncia debes hacerla primera en el Colegio, es su deber intervenir inmediatamente. También puedes poner una queja en el Ministerio de Educación ellos tienen un sistema en línea que permite que cualquier adulto, víctima o testigo pueda reportar un caso de Bulling, además ellos pueden darte orientación para atender el caso; para ello basta con registrarse en www.siseve.pe y contar lo ocurrido, incluyendo los datos de la escuela, de la persona agredida y de los supuestos agresores. Esta información es completamente reservada. Si el colegio no tomara en cuenta la denuncia acude a la Unidad de Gestión Educativa Local, a la Fiscalía de la Familia o a la Oficina Defensorial de Loreto de la Defensoría del Pueblo sito en Calle Loreto 469 – Iquitos, o llama a los siguientes teléfonos: 22-4185 ó 22-4189. También puedes llamar a la línea gratuita de la Defensoría del Pueblo: 0800-15170. El Bulling no es un “juego de niños”. Todos y todas podemos ayudar a detenerlo.