La depresión es un trastorno afectivo que altera la salud mental de quien lo padece al provocar fuertes cambios en su estado de ánimo que derivan en el deterioro de sus relaciones familiares y sociales, así como en su rendimiento escolar.
De acuerdo con Clarisa Villaseñor Robledo, experta en psiquiatría infantil y de adolescentes de los Servicios de Salud de Atención Psiquiátrica en la Ciudad de México, esta alteración se caracteriza por irritabilidad y pérdida de interés en actividades que alguna vez fueron divertidas.
Otros de los síntomas de la depresión son cambios en el apetito, falta de concentración, bajo rendimiento en la escuela, reducción de peso, fatiga, inestabilidad emocional y aislamiento.
Estadísticas han demostrado que las mujeres son más susceptibles de padecer esta enfermedad mental.
Algo prioritario es que antes de diagnosticarla se haga una revisión de la tiroides del paciente porque las alteraciones biológicas que pudiera presentar, podrían ser el resultado de trastornos hormonales.
Para evaluar si se padece o no depresión, los psiquiatras o psicólogos realizan un análisis del entorno familiar y escolar que aporta información sobre este trastorno. El tratamiento posible es a través de terapia conductual, interpersonal o psicoanalítica y el uso de antidepresivos.
Es importante detectar la depresión en sus primeras fases, para así ayudar al adolescente a salir más rápidamente de esta enfermedad que lo hace sentirse triste y desmotivado ante las circunstancias que la vida le plantea.
Por ello, expertos en el área de psiquiatría y psicología señalan que abrir canales de comunicación y confianza entre padres e hijos es fundamental para su mejor desarrollo, y en caso de padecer depresión, este vínculo beneficia su pronta recuperación. ¡Detecta a tiempo esta enfermedad y ayúdale a recuperarse!