Si tienes sospechas de que tu pequeño tiene problemas para digerir cualquier tipo de lácteo, pero no estás segura, además de consultar con tu médico, te aconsejamos seguir estos prácticos tips.
Los síntomas más comunes de los pequeños que tienen algún grado de intolerancia a la lactosa son:
-Inflamación en el área abdominal
-Gases
-Diarrea
-Retortijones
-Está muy inquieto
-Náuseas
-Mal humor
Es importante que lleves un control de las reacciones que tu pequeño tiene después de ingerir sus alimentos, sobre todo si estos incluyen productos con lactosa como derivados de la leche.
Te recomendamos crear un diario de alimentación durante una semana, donde anotarás las comidas de tu hijo y la manera en que su cuerpo respondió a las mismas.
Comienza la evaluación 30 minutos después de la comida y hasta dos horas más tarde. No olvides ser descriptiva en lo que registras, recuerda que cuando asistas con tu médico, éste te preguntará a detalle cada reacción de tu pequeño.
Una vez que corroboraste los síntomas, te sugerimos hacer un test de eliminación. ¿Cómo? Muy sencillo: quitando los productos lácteos de su dieta por dos semanas; esto es para ver si los malestares persisten, disminuyen o se acaban por completo.
No olvides que tu pediatra te puede asesorar y responder todas tus dudas, sobre todo después de hacer el test de eliminación. Lleva contigo el diario de alimentación y platícale tus inquietudes.