[La Marcha por la Madre Tierra].
Pese a que hasta el último momento se anunciaba la presencia en la marcha del presidente de Bolivia Evo morales, al final no se asistió por razones propias de su agenda.
Desde dos frentes. Como dos grandes afluentes que terminaron desembocando en la plaza San Martín. Así fue la Marcha de los Pueblos cuyo caudal tenía a entusiastas delegaciones nacionales e internacionales.
Eran las 10 de la mañana y el tradicional Campo de Marte albergaba a grupos indígenas, de mujeres y jóvenes, también a ambientalistas, organizaciones de base y de la sociedad civil. La policía a esa hora redoblaba la seguridad en la zona y el tránsito vehicular empezaba a complicarse.
A minutos de las 11 horas, los organizadores no terminaban de ponerse de acuerdo sobre quienes encabezarían la movilización. Y la policía informaba que la autorización de la marcha era desde la plaza 2 de Mayo hasta la plaza San Martín. Al menos así constaba en el documento firmado por los mismos representantes de esta actividad.
Superado el impase y con el visto bueno de la PNP comenzó de manera extraña el recorrido, grupos indígenas, como AIDESEP, que estaban en la cabecera se fueron por una ruta y la mayor cantidad de organizaciones optaron por otro desplazamiento.
Sin embargo pese a este hecho, la plaza San Martín cerca al mediodía comenzó a recibir a las diversas, coloridas y bulliciosas delegaciones de las regiones del Perú así como a las que procedían de otras partes de América y Europa.
En la céntrica plaza hubo discursos, música, danzas y una colorida muchedumbre que con sus lemas y arengas le dieron ese toque festivo a esta actividad en defensa de la madre tierra y como un acto simbólico para llamar la atención de los que se reúnen en otro extremo de la gran Lima, en la COP20.