ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel

El fútbol está lleno de pasión y especulación. Comerciantes FC nos ha tenido tres años consecutivos con la promesa incumplida de la vuelta del fútbol profesional a Iquitos. Es todo un proceso que aún no logra su objetivo. Puede que no se logre, como ocurrió en 2023 y 2024, pero el proceso debe continuar. Con la llegada del argentino José Antonio Collati al equipo, se inicia una nueva temporada dentro del mismo proceso. Pues los directivos —que al final son quienes lo conducen— siguen siendo los mismos, desde el presidente del club hasta el gerente deportivo.

Ante esta nueva era, vale la pena ensayar algunas explicaciones a manera de aseveraciones. Primero lo primero: Comerciantes FC es una empresa, un club privado que, por su vinculación con el más popular de los deportes, debe soportar el escrutinio público y las críticas tanto de quienes entienden como de quienes no entienden el manejo futbolístico. Y en esa ignorancia —que también nos alcanza a los que ejercemos el periodismo— muchos creen tener autoridad para decidir sobre cambios de entrenadores, sustituciones de jugadores, inclusión de unos y exclusión de otros. Eso le da pasión al fútbol, pero también lo llena de incoherencia e irracionalidad.

Se actuó mal al prescindir de los servicios de Juan Carlos Bazalar y, más aún, por la forma en que se produjo su alejamiento, lo que dio cabida a una serie de especulaciones. La más constante ha sido que existieron diferencias con la directiva por el sueldo elevado de uno de los jugadores. He consultado a algunas personas que conocen la planilla del club y todas me aseguran que las cifras publicadas en redes sociales no se acercan de ninguna manera a la realidad, y que los motivos del alejamiento de Bazalar fueron otros. Se debió dar una respuesta oficial, pero eso ya pasó.

También fue un error llamar a Marcial Salazar como entrenador interino con la opción de quedarse si lograba el primer lugar y los dos puntos de bonificación para la siguiente serie. Desde un inicio se debió dejar en claro que “Masho” llegaba de manera temporal y que solo permanecería en ese puesto hasta el final de la primera ronda. Con ello se habría evitado la crisis posterior y un innecesario maltrato al exjugador de Alianza Lima y Universitario. Digo maltrato porque su alejamiento del club —llamado “renuncia” oficialmente por el mismo club, y de manera tardía— fue comunicado en redes cuando bastaba con agradecerle por su aporte al equipo e informar de su retorno a las divisiones inferiores, tal como finalmente se hizo.

Esperemos que la contratación de Collati lleve al logro del objetivo. No hay que olvidar, como en los cuarteles, la frase: “Solo se premian los resultados, no el esfuerzo”. Se valora el empeño del presidente de Comerciantes FC, Christian Becerra, quien, en medio de su loable intención por clasificar a la Liga 1, comete ciertos errores que sería bueno no repetir. Como aquello de expresar su malestar contra los jugadores que “solo trabajan dos horas al día”. Eso no debería declararse públicamente, pues no contribuye a la cohesión del grupo. Sería adecuado que las decisiones importantes, como la exclusión de un entrenador o de un jugador, la afición las conozca a través de las redes oficiales del club, y no por trascendidos que los propios dirigentes filtran a los medios. Así como se anuncia el cumpleaños de un jugador, no es nada difícil informar de asuntos más relevantes.

Esperemos que la llegada del técnico argentino cure las heridas de lo que se llama “la interna”. Eso se reflejará en el partido de este fin de semana, cuando a Collati le toque enfrentar a su exequipo, FC San Marcos de Áncash. En una de sus primeras declaraciones a la prensa ha dicho que los que dan los resultados son los jugadores. Es verdad. Pero, siendo cierta esa afirmación, a él lo contrataron para lograr la clasificación y, si lo consigue, será el primero en ser aplaudido.

Esperemos que al final de la Liga 2 se disipen esas especulaciones que se oyen en los pasillos del Max Augustín y en otros estadios donde juega “La fuerza emprendedora”: que al presidente no le interesa el ingreso al fútbol profesional porque los problemas aumentan y el financiamiento es más difícil de obtener. Ante esas versiones, Becerra ha declarado a la reportera Katiuska Quevedo, de Pro & Contra Digital, que “es la mentira más grande. El sueño más hermoso es lograr el ascenso… gente que habla eso es porque no le gusta el fútbol… y vamos a clasificar en el corto plazo a la Liga 1 para pelear el ingreso a un torneo internacional, para la felicidad de esta hermosa gente de Iquitos”.

Añado lo que el mismo Becerra ha dicho en una entrevista: que como hincha de Universitario de Deportes —y ahora ya de Comerciantes— uno de sus sueños es que el equipo loretano juegue en el Monumental de Ate. Le acompañamos en ese sueño y, fuera de toda razón, que la pasión siga ocupando su lugar en el fútbol. A nosotros nos gustaría que el CNI —el verdadero o el alterno— regrese al fútbol profesional. Si con Comerciantes se logra culminar el proceso, se reconocerá en Becerra el mérito, porque —como en los cuarteles— no estamos para aplaudir solo el esfuerzo.