Tras chocar camioneta
Chofer se salva de morir

En el 2009, Vela Culqui, produjo un accidente de tránsito cuando conducía un motocarro, dejando a una persona herida, la cual fue llevada al Hospital Regional. El detenido no quiso hablar sobre lo ocurrido.
Al promediar las 4:30 de la madrugada de ayer, en el cruce de la avenida La Participación con calle Santa Rosa, ubicado en el asentamiento humano “Ciudad Jardín”, distrito de Belén, el conductor de la camioneta 4×4, modelo Amarok, marca Volkswagen, con placa de rodaje D7U-737, Adolfo Cristian Culqui Vela, quien estaba con visibles síntomas de ebriedad, colisionó con unas barandas de fierro de contención y posteriormente contra un árbol, siendo intervenido por el personal policial de Radio Patrullas, en coordinación con el Serenazgo de San Juan.

Fuentes policiales, informaron que el chofer se habría quedado dormido por efectos del alcohol e invadió el carril contrario cuando estaba en dirección de norte a sur por la avenida, saliendo de la vía para colisionar con la baranda de contención, luego retroceder y chocar con un árbol, metiéndose en una zanja de la calle Santa Rosa.
El testigo Juan Manihuari, relató que el vehículo estaba a excesiva velocidad y lo manejaban en forma de zigzag, realizando maniobras temerarias. “Esa persona chocó fuertemente, tanto que la parte delantera del carro quedó con daños materiales, la bolsa de aire le salvó la vida, quiso escapar, pero le reclamamos y la Policía vino después. No podía ni bajarse del vehículo, estaba ebrio, felizmente no habían personas en la esquina, porque todos los días los motocarristas siempre esperan a sus pasajeros”, dijo Juan.
La propietaria de una bodega, Francia Torres, narró que escuchó un fuerte ruido y se imaginó que el carro había ingresado a su negocio, ubicado en el primer piso de su casa.
Los agentes del orden pusieron al chofer a disposición de la dependencia policial 9 de Octubre para los fines correspondientes. El Ministerio Público, se hará cargo del caso.
(redaccion@proycontra.com.pe)
Borracho manejaba sin importarle a quien y si no fuera por el arbol habria matado a cien. No merece carcel ni pena ni gloria, tan solo mirarle inspira ahora de que sirvió vanagloriarse si su nombre deshonra.
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