[Por el día de los muertos].
Los comerciantes juegan un papel aparte en este día tan especial.
Como sucede todos años el cementerio San Miguel Arcángel o también más conocido como el Cementerio General recibió miles de personas que acudieron a visitar a sus difuntos. Algunos a parientes fallecidos y otros a sus amigos de toda la vida.
Uno de los casos es el del señor Fortunato Tananta Del Águila que perdió a su único hijo varón hace 12 años, desde entonces acude cada 01 de noviembre al campo santo a venerar y cuidar la última morado de su vástago. De su “colorado” como él le decía.
Parecidas historias se repiten, personas que visitan a sus padres, a sus esposos o esposas. Pero la más penosa sin lugar a dudas es la de un padre o madre visitando a su hijo. Según la “regla” un hijo debería enterrar a sus padres y no al revés. Pero en fin en la ley de Dios y la vida nada está dicho ni marcado.
Continuando con el recorrido, que por cierto no es para nada bonito se puede apreciar todo tipo de “celebraciones” desde rezar, orar, llorar, hasta cantar, bailar y tomar algún tipo de licor, mayormente cerveza.
Sin embargo también hay bastantes visitantes que se esmeraban en dar mantenimiento y colocar flores a la tumba de sus parientes finados, encender velas, limpiar los nichos de los muertos y hacer oraciones en su memoria.