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Los celos infantiles son un sentimiento natural que surge en el niño cuando se siente desplazado. Consisten en sentir odio y rechazo hacia personas a las que se quiere mucho. El hecho de que sea un sentimiento contradictorio es lo que más dificulta su manejo. Los niños tienden a ver las cosas como buenas o malas y les cuesta integrar dos facetas (una positiva y otra negativa) de un mismo objeto, persona o situación. Por eso, los celos infantiles son un sentimiento que, en líneas generales, les resulta complicado controlar.

Los niños nacen absolutamente dependientes de un adulto que cuide de ellos y que se encargue de su crianza. Esta dependencia es física pero también afectiva. Necesitan un apoyo constante en sus primeros años de vida. Cuando alguna circunstancia reduce el tiempo, el cariño o la dedicación que los padres ofrecen a un hijo, surgen los celos. El niño siente que tiene que competir por ganarse el cariño que hasta ese momento se le había otorgado de manera incondicional.

¿Cómo se manifiesta?

Los celos infantiles se manifiestan en ocasiones a través de conductas agresivas: pegar, morder, pellizcar, golpear al rival o a los padres. Es decir, las conductas celosas se pueden manifestar hacia el hermano, la nueva pareja, etc. o hacia las figuras de apego principal.

¿Cómo manejar esta situación?

Hazle entender a tu niño que lo que está haciendo está mal, la llegada del hermanito o la cercanía de la nueva pareja no va afectar en nada, tu amor hacia el siempre será igual.

Evita darle recompensas (materiales) por qué pensará que esa será la mejor manera de obtener algo a cambia de comportarse así.

El amor hacia tus hijos es lo más grande que la vida te puede dar, sin embargo hay muchos aspectos que debes tener en cuenta como escucharlo e intentar ser mejor padre para él , recuerda que todo tu esfuerzo se verá reflejado cuando tu niño crezca así que bríndale lo mejor de ti!!