CELEBRACIÓN INFANTIL
En dominical jornada, en vez del aburrido paseo a cualquier parte, de la forzada visita a la suegra, de la cómoda permanencia en el bar, de la simple haraganería en la hamaca o la misma cama, los adultos mayores y menores celebraron el Día Internacional del Niño. Y, como buenos padres y madres que se esmeran en el arduo arte de la crianza, llevaron a los críos a comer golosinas, a ver algunos espectáculos callejeros o públicos, a divertirse, a pasarla bien. Fue un día de gala para los párvulos de uno y otro sexo. Nos parece bien que los infantes, siquiera por unas horas, reciban la atención que se merecen como futuros ciudadanos. Estamos con la celebración universal infantil, pero tanta belleza no puede dejarnos de hacer pensar en algunas cosas bastante desagradables en lo referente a esos pequeños de la casa, que alegran el hogar y que son motivo de amor y orgullo.
Una pregunta inicial nos asedió durante todo el santo día de ayer: ¿Cómo homenajearon a sus hijos o hijas los padres proteicos y robustos que tienen 2 casas, 2 camadas, 2 corrales? ¿Celebraron en el mismo parque o todo fue por partes y cucharadas para evitar que los infantes se saquen la mugre debido a los diferentes apellidos maternos? Otra pregunta que nos malogró el feriado dominical fue si en Iquitos, la bella ciudad del Dios del amor, el naipe, el paso del cangrejo, y el baile del caballo, los juicios por alimentos habían disminuido. Nos preguntamos, una y otra vez, si esos padres tan refractarios a reconocer sus fechorías habían decidido hacerse responsables de la nueva vida que habían engendrado. ¿O seguían en las mismas, negando que fueron ellos los autores y compositores del bulto? La interrogante que nos hizo más daño fue aquella terrible del primer lugar en embarazos adolescentes que indica una pérdida de la niñez.
En realidad, así como van las cosas con los infantes, esa fecha debería ser también motivo de una profunda reflexión sobre el trato a tantos niños y niñas. Infantes que trabajan en las calles de las ciudades, infantes que son explotados sexualmente, infantes que dejan la escuela a temprana edad para nunca más volver, infantes victimas de maltratos de parte de sus mismos padres, indican que la cosa no está para celebraciones, solamente. ¿O sí?