El proceso de la creación de Tierra de Niños, involucra a todos los actores de una comunidad, desde las familias hasta autoridades e instituciones locales, con lo que se busca mejorar no solo los espacios sino las relaciones y las condiciones de vida de los pobladores de una comunidad enfocándose en sus miembros más vulnerables, ancianos y niños.
Un gran cambio ha experimentado el caserío Gabriela Núñez, ubicado a orillas del río Itaya, y que se extiende hasta las orillas del río Amazonas. Atrás quedaron los días en que tenía las calles sucias, o los espacios verdes con basura, ahora lucen limpios y hermosos. Todo ello se debe a la educación ambiental y la sensibilización que reciben gracias al “Proyecto Tierra de Niños – TINIS” que es desarrollado por los alumnos de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), escuelas profesionales de Agronomía y Gestión Ambiental.
La docente que lidera el proyecto es la ingeniera Giorly Machuca Espinar. Semanas atrás se eligió al caserío Gabriela Núñez como el caserío piloto para iniciar este proyecto que busca sensibilizar a una comunidad entera, mediante la metodología TINIS.
TINIS es un proyecto desarrollado inicialmente por la Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA) y ahora es replicado por la UNAP, en el que se busca la generación de espacios sanos y seguros de juego y aprendizaje para niños y niñas de diferentes condiciones y lugares.
Cualquier niña, niño o joven que fomente la vida y la biodiversidad en dos metros cuadrados de tierra (biohuertos) será reconocido que contribuye al bienestar de su país y el mundo.
Dependiendo de su ubicación y extensión se puede llamar además de TINIS con otros nombres como: el bosque de los niños, la montaña de los niños, el valle de los niños, entre otros.