Moisés Panduro Coral
En el inbox, una persona amiga especializada en auditoría me contacta para describirme a grandes rasgos cómo en los gobiernos municipales y regionales se ha vuelto tan común esto de los “cariños” y “cariñuelos” que por si acaso no tiene nada que ver con corazones, cupidos o con el mes de febrero, sino con las modalidades de coima que se han vuelto ley en la administración pública. Lo que me narra no hace sino corroborar que estamos en el camino correcto.
Sabido es que cuando te metes a pelear con las mafias una de las maneras de ganarte la moral que ellas manejan a la perfección es el papeleo. Tu presentas un pedido de información, y el trámite corre más lento que una tortuga de 200 años; corren oficios, se mandan memorandos, se envían cartas; el titular de pliego le pasa al funcionario administrativo de alto nivel, éste al administrador, la pelota luego se dirige al de obras, éste a su segundo, y llega hasta el supervisor donde muere, porque la mayoría de ellos son o son contratistas, o son gente de los contratistas de obras, o son contratados por proyectos, y por tanto sólo tienen responsabilidad civil porque se rigen con la Ley de Contrataciones que hay que modificar urgente; a ellos, los sancionan, los inhabilitan y luego, con pana y elegancia vuelven a “ganar” más obras bajo otros nombres de consorcios, y así sigue el carrusel.
El “cariño” que es una de las denominaciones que tiene la coima en los gobiernos regionales y municipales alcanza hasta 20%-25% del monto total de la contratación de la obra o de la adquisición de bienes y servicios. La distribución, según mi informante, es más o menos así: 5% para asignar presupuesto, 10% para el otorgamiento de la buena pro (por eso es que algunos ponen especial interés en la conformación de los comités de adjudicación o licitación y sobre todo en estar bien con el todopoderoso que ordena o hace la lista de sus integrantes); luego para los trámites que siguen se pide un “cariñuelo” de 5% y para recoger el cheque otro “cariñuelo” de 5% más, con lo que se llega al porcentaje global mencionado. Precisamente, gran parte de los adicionales (pagos agregados al monto originalmente contratado) se enfocan en cubrir estos “afectos” monetarios por parte del contratista.
Por otro lado, mi interlocutor afirma que, en muchos de los casos, las auditorías vienen dirigidas, y sostiene para mi asombro algo que no es de creer fácilmente: en las auditorías manejadas el “cariño” va entre 40,000 a 50,000 soles para pasar por agua tibia las graves infracciones y evidencias de malversaciones, pésimas ejecuciones y sobrevaloraciones en el manejo de la cosa pública, las que culminan generalmente haciendo pagar el pato a funcionarios menores o sometiendo a los responsables a procesos disciplinarios que se sancionan con simples amonestaciones. No sé, pienso en voz alta, y me pregunto a quién le creemos, en quién se puede confiar, cómo es posible que los órganos de control puedan formar parte de este carrusel que echa tierra a todo lo que se pudre.
Por eso es que en este tema de las denuncias hay que andar sin prisa y sin pausa, con tesón y paciencia, pues existe toda una red imbricada con gente en todos los niveles que basada en cualquier argucia, omisión o vacío legalista de los denunciantes detiene, archiva, traspapela, amontona, o manda al tacho las evidencias y pruebas que se presentan. Las experiencias recientes de imputaciones y cargos que han llegado a la Fiscalía y al Poder Judicial y han terminado en el limbo, en la indefinición, en la espera sin fin y en el olvido nos deben servir de lecciones. Más aún, si como me indica el especialista, hay de por medio “cariños”, “cariñuelos”, “cariñitos”, “cariñones” y “cariñazos”.
QUE HAY QUE PREGUNTARLE A LA TAL YENI VILCATOMA SI SOLO DEFIENDE SUS INTERESES NAUFRAGO.
QUERIA ENVIARLE UN SALUDO A MOISES MAS CONOCIDO COMO EL POPULAR AGUAJINA (COMICO AMBULANTE) CABALLERROOOOO
Lamentable tu artículo Moises, carente de toda objetividad y seriedad…. considero que toda denuncia debe ser sustentada y especificada, no se puede caer en el facilismo y la generalidad… el quiere denunciar, denuncia, asi de simple, si no me crees preguntale a la ex procuradora Yeni Vilcatoma… Si me permites, es fácil demostrar quien es un grandisimo corrupto, con solo hacer un balance de su patrimonio, ingresos versus egresos, abrir sus cuentas bancarias, mas de uno caeria… de repente toda la cupula aprista…
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