Este último fin de semana, muchas familias loretanas se dieron el gustito de comerse un pescadito, como para acoplarse a la llegada de la semana santa. En definitiva, estamos entrando a una etapa del año en donde la población consumirá en grandes cantidades a estos animales debido a sus creencias religiosas o quizá tal vez por un simple antojo. No olviden que el comer pescado no quita el pecado y que si te pica alguna espinita es porque algo malo habrás hecho.
