Muchos de un tiempo a esta parte le llaman la isla bonita, otros prefieren desde finales de los 80 llamarle La Casa del Dios del Amor. Y así nos vienen al recuerdo varios nombres, como la sucursal del cielo, la ciudad alegre, etc. Le podemos agregar otros distintivos como la capital del oriente peruano y mucho más. Pero todos nos quedamos siempre con lo de Iquitos en nuestros labios.
Iquitos de mi corazón. No permitas que nadie te destruya, si es así, levántate y muestra tu tradicional indignación.
También se puede hacer el siguiente distintivo:
Iquitos, la ciudad destruida por la gula del poder y del dinero y la complicidad de la impunidad.
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