La sombra de las mafias que trafican con vacantes continúa empañando los procesos de admisión en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) y el problema también habría alcanzado al Centro Preuniversitario.
Pese a que las denuncias datan desde hace varios años, las investigaciones del Ministerio Público no han arrojado resultados contundentes. Las autoridades universitarias reconocieron la existencia de estos grupos delictivos, pero lamentan la falta de avances judiciales.
“La Fiscalía no ha encontrado delito alguno, según su criterio, y eso es preocupante”, señaló una fuente universitaria, al tiempo que afirmó que se están tomando medidas legales para defender la imagen institucional.
Los reportes indican que estas mafias actúan con sofisticación, operando principalmente a través de redes sociales como Facebook y WhatsApp, donde ofrecen ingresos directos a la universidad a cambio de sumas que, en algunos casos, alcanzan los 20 mil soles, especialmente para carreras de alta demanda como Medicina Humana o Ingeniería Civil.
“El objetivo son los administrativos, docentes y autoridades. No vamos a negar que hay intentos de corrupción interna”, reconoció un vocero universitario.
https://jornada.com.pe/detienen-a-12-postulantes-con-dispositivos-electronicos-por-intento-de-fraude/ Las mafias, según se sabe, buscan captar personal dentro de la universidad para asegurar el ingreso de postulantes mediante métodos ilícitos, incluyendo la alteración de resultados o la facilitación de respuestas durante el examen. Bajo este escenario, la UNSCH implementó controles estrictos de vigilancia a todo su personal, tanto nombrado como contratado, así como a docentes y funcionarios. La intención es detectar cualquier acto irregular y sancionar con firmeza a los involucrados. Durante los últimos exámenes de admisión se han detectado varios casos de postulantes que intentaron hacer trampa usando dispositivos electrónicos. Esto demuestra, según las autoridades, que las mafias también emplean tecnología avanzada para evitar ser descubiertas.
Padres, principales víctimas y cómplices
Uno de los aspectos más alarmantes de esta situación es la participación involuntaria —o a veces voluntaria— de los padres de familia, quienes, en su afán de asegurar el ingreso universitario de sus hijos, caen en las redes de estas organizaciones.
“Muchos padres son los que realizan los pagos, sin saber que no hay garantía de que sus hijos logren una vacante”, advirtió una fuente.
En muchos casos, cuando los estudiantes no logran ingresar, los padres optan por no denunciar por miedo a represalias o por vergüenza, lo que permite que estas mafias continúen operando con impunidad.
Llamado a la reflexión y acción
La universidad exhorta a la comunidad a no dejarse engañar.
“Pedimos a los padres y postulantes que no caigan en estas redes mafiosas. Las consecuencias son graves y no solo se arriesga dinero, sino también la integridad académica de la institución”, mencionaron las autoridades.
En tanto, la UNSCH continúa reforzando sus medidas de control, aunque la falta de resultados por parte del Ministerio Público sigue siendo un obstáculo para erradicar este flagelo que pone en entredicho la transparencia de los procesos de admisión.
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