Los políticos y políticas de todas partes piensan que crear universidades sin ton ni son es un gran rédito político electoral que seguro lo es y por eso lo hacen. Salir imperativamente en la foto como le señalan a sus ayareros que abundan desde los trópicos hasta en la meseta castellana. Es un arco muy grande de lisonjeros. Clic con el parlamentario o ministro de la brillante idea. Mejor si están rodeados de gente amiga (me recuerdan a un parlamentario- tramitador de la legislatura de la gran desilusión). Muchas veces esas creaciones de universidades son para vestir a un santo y desvestir a otro. Sí se contara con una buena infraestructura y presupuesto todavía se pudiera pensar que puede ser acertado. No hay estudios previos para la creación de estos centros de estudios, les guía la intuición y el latiguillo moral, “lo pide la gente” para justificar esa decisión. Me parece que a la larga es apoyar un proyecto de poca sostenibilidad que redundará en los resultados. Y muchos resultados están a la vista. Por ejemplo, ¿la creación de la UNAP en la ciudad de Iquitos en qué ha servido para ahuyentar los mitos y tópicos que existen sobre la floresta? Estos todavía persisten para mal. Todavía se advierte una falta de sintonía total entre las aspiraciones de la región con la oferta académica (ojo, esto no sólo sucede en la selva). Un caso sintomático de la educación que se imparte es que la región sigue estando entre las últimas en comprensión lectora. Una vez en una clase en una universidad de la floresta cuyo nombre no quiero recordar hice una encuesta lo que leían los estudiantes. Los resultados causaban más de una desazón y una depresión de elefante. Se leía poco y lo que leían era libros de autoayuda ¿? No leían nada sobre la materia o profesión que habían elegido ¿? Ya ni les digo de autores amazónicos que son ignorados hasta por las personas de su propio oficio. Hay que reírse para no llorar. Todavía la improvisación sigue ganando la batalla.
La educación se ha convertido en una forma de vivir, en una forma de ganar mucho dinero y de lucrar sin importar el impacto social que debería generar para beneficio de nuestro país. Para refrescar la memoria todo comenzó con las leyes que se dictó en el fujimorato, continuada con Toledo y institucionalizada con Garcia. La educación vista como un negocio a vista y paciencia de todos. La educación se convirtió en una mercancía mas.
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