Artillería contra el poder
En este país de asnos sin desasnar, cierta vez, una ley de imprenta prohibió criticar al poder. Los zamarros que mamaban de la ubre máxima, los cacos que tenían la sartén por el mango, los mafiosos de alto vuelo, disfrutaron de una larga primavera. Nadie les decía nada y los lacayos hicieron su agosto. Tantas estafas y roberías se hicieron entonces y en total impunidad. El inaudito dispositivo fue derogado hace algo así como cuchucientos años.
Pero hay periodistas, hoy por hoy, que siguen los dictados de esa prohibición. La antigua ley de imprenta sigue invicta. Nadie conoce su contenido pero manda en el Perú. Tantos periodistas se niegan a criticar al poder. Es más, se gradúan de serviles de la pluma, de franelistas del artículo. Otros, como cierto asesor migrante de estas orfandades, critican al poder y por lo bajo cobran a dos manos.
En ese escenario como para llorar a mares y mocos tendidos, pocos se salen de ese libreto histórico, de ese avestrucismo impresionante. Uno de ellos, posiblemente el más conocido y caracterizado, es César Hildebrantd. Tierra nueva, en otro de sus aciertos, presentará este sábado en la Feria del Libro de Arequipa una obra inédita en el Perú: “Una piedra en el zapato”. O las crónicas recientes del periodista que hizo del ejercicio del mejor de los oficios una constante artillería contra el poder. Justamente.
Es decir, lo más lejos posible del plumífero sin honra, del escriba cachupín, del columnista bufo, de la lacra nacional del reportero en Palacio y del periodista mermelero y cantinflesco. Las crónicas son una ardiente artillería contra los edificios endebles levantados por regímenes que se embarcaron en la tradición del libre mercado. La nueva moda de la dominación. Una moda con ropaje de la abuela. La ofensa diaria de la verborrea de los triunfalismos, presente en los discursos de Fujimori, Toledo y García, son cuestionados por el periodista con el vigor de su prosa. En sus trece siempre.
«Alto El Pensamiento,Como Una Bandera…»dice el Himno Leonciopradino,y continua.Encendida El Alma,Como Azul Hoguera,Recio El Corazon».Fiel a estos principios formativos,Cesar Hildebrandt,con su pluma,demuestra este caracter impecable y libre de corrupcion y que nunca se rinde al poder.No tiene por que claudicar ni vender su conciencia,camina con la frente en alto,libre el pensamiento y con el respeto y admiracion de los hombres de bien,honrado como los pocos.
Hildebrabdt quiere,ama a su pais y lo defiende a capa y espada de los ladrones y corruptos como el aprista Garcia,A.Fujimori y otros.Habla y nos defiende con todo lo que tiene y puede..Recio el Corazon.Si solamente nos pudiera regalar sus criticas sobre los corruptos en Iquitos,llamese Presidentes Regionales,gente mediatica (hablada y escrita),poder judicial,etc.por los que sabemos carecen del respeto nuestro y les sobra la desfachatez,le estarimos mas que agradecidos.Buscare su libro.
La mafia del poder atrapa solo a los inùtiles, a los que por un plato de lentejas venden sus plumas, su conciencia, la dignidad suya y de sus familia. Que verguenza tener estos tipos de periodistas en loreto. En yurimaguas, los periodistas independientes (quedan poco), son denunciados, humillados, amenazados de muerte, atentan contra su libertad de expresarse. Las autoridades corruptas y mafiosas, patentan, consesionan emisoras, con el afàn de sacar fuera de carrera a algùn periodista que los estorba. Si no creen pregunten a juan daniel mesias camus, alcalde de alto amazonas, què està haciendo contra el valiente periodista Teobaldo melendez .
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