Por Filiberto Cueva
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En pocos días se pondrá en marcha un festival de arte y proyecciones multimedia que junto a un grupo de 30 compañeros venimos organizando. En el festival se mostrarán una serie de piezas artísticas diseñadas por artistas que superan los 22 años de edad y no sobrepasan los 60. Cada uno de ellos, con una concepción y representación distinta de lo que el arte representa en sus vidas.
La cantidad de artistas suman un total de 92. A quien se les han tenido que escribir cientos de emails, hacer otros cientos de llamadas, que en buena cuenta, suman más de cientos de coordinaciones. Mi equipo de trabajo, que es el de comunicaciones, ha tenido una función algo compleja durante las coordinaciones para entrevistar y hacer vídeos de los artistas.
En un primer momento debíamos entrevistar a los 92 artistas. Luego 50 aceptaron ser entrevistados. Finalmente la cantidad se redujo a 35.Un estrés total. Pero los momentos vividos a lado de ellos han sido sacados como de un cuento. A mí, que me tocó ser el entrevistador, me movió tanto cada una de sus respuestas, que terminé por entender que es más sencillo y enriquecedor escuchar antes que hablar.
Una artista latinoamericana lleva el cabello muy largo – le pregunto por qué – y me dice “es que mi obra es un bordado que haré con mi propio cabello”. Ella tomará una tela blanca, se cortará el cabello y bordará con él el mapa de América Latina. Al preguntarle cómo se llamará su obra, responde: ¡Vendida! Su respuesta, al igual que el concepto mismo de su obra me han conmovido, usar su propio cabello para retratar a su propio continente a través del bordado y luego ponerle a su obra como nombre “Vendida” me hace reflexionar en lo que si ella dice, es realmente cierto y que si nuestro continente – siendo nuestro – le pertenece a otros.
Por su parte, Álvaro, un artista europeo retratará una serie de personajes en miniatura – muñequitos – de distintos colores y simulará una serie de acontecimientos entre ellos, ya sea jugando, saltando o quién sabe, peleando. Le digo, Álvaro ¿En qué te inspiras para crear tu obra? Y este responde “en las canciones que mi padre me cantaba cuando era niño”. Cada vez que Álvaro quiere crear una pieza artística pone en la computadora alguna de las canciones que su padre le cantaba cuando niño y empieza a crear. Cabe resaltar que Álvaro tiene alrededor de 32 años.
De otro lado, Mariana de Argentina – el lado europeo de América Latina – transcribirá en método braille un cuento para niños y lo pegará sobre la pared a vista del público. Pero Mariana ¿De qué sirve ver que está en braille si no sabremos lo que dice? A lo que ella responde, de eso se trata, de que los que podemos ver, sintamos la exclusión que sienten los que no pueden, y nos planteemos preguntas frente a la exclusión que muchos deben afrontar sin tener culpa de nada.