Carmen Núñez, gerente de la Asociación de Armadores de Loreto, abordó la situación que enfrentan los armadores debido a la vaciante de los ríos. Explicó que, a pesar de la baja en el nivel de los ríos y la reducción en la capacidad de carga de las embarcaciones, los armadores implementaron un plan de contingencia para mantener el suministro de alimentos y otros bienes. Según Núñez, los armadores operan con un 70% de su capacidad para adaptarse a la sequía y asegurar que las comunidades no se vean desabastecidas.

También criticó la falta de involucramiento de las autoridades en la planificación y resolución de esta crisis. Señaló que, aunque las autoridades convocaron reuniones sobre la vaciante, a menudo excluyen a los expertos en navegación fluvial, como los armadores. Esta omisión, según Núñez, llevó a decisiones inadecuadas y una falta de soluciones prácticas. La gerente subrayó que la ausencia de un plan de contingencia eficaz por parte del gobierno ha exacerbado los problemas, mientras que los armadores siguen invirtiendo en sus propias soluciones para mantener el flujo de bienes.

Finalmente, Núñez abordó las acusaciones de especulación de precios y enfatizó que los armadores no son responsables del incremento en los costos de los productos. Explicó que el aumento en los precios se debe en parte a los gastos operativos elevados, como el alquiler de excavadoras para dragar los ríos, y la especulación por parte de los comerciantes. La gerente hizo un llamado a una mayor fiscalización y a un enfoque más colaborativo entre las autoridades y los armadores para enfrentar las dificultades causadas por la vaciante.

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