Aniquilamiento
Las guerras desgraciadamente sirven para experimentar armas e instrumentos contra el enemigo, contra las personas humanas. Muchas de ellas son las más desgraciadas, miremos a la Shoa en los campos de concentración nazi y el uso de las cámaras de gas, que experimento para brutal contra la especie humana, felizmente quedaron testimonios como la de Primo Levy, Jorge Semprum que describen la miseria humana, ellos son los testigos morales – en el caso de los crímenes del Putumayo a estos testigos morales les negaron la voz, la afonía fue dolosa. La aniquilación por los alemanes en esos campos fue sistemática contra los judíos, gitanos y homosexuales. Leía a Eric Hobsbawm, “Historia del siglo XX” donde reseñaba que en las guerras de antes había una declaración de guerra previa de los países, no se atacaba a población civil y luego de la guerra se firmaba tratados. Hoy todo eso no existe. Esas formalidades de la guerra han desaparecido. El mismo historiador inglés refería que el siglo pasado fue ferozmente sangriento pero el nuevo que se inicia tampoco deja de serlo con el añadido del patológico individualismo en que estamos envueltos – la gente no te mira cuando camina sus ojos están pegados a su smartphone mandando y recibiendo mensajes a todo tren, que pobres somos como humanos. Hace poco salía un estudio [de esos que abundan] que me llamó la atención porque decía que la gente siente más compasión por los animales que por personas de su misma especie ¿? De locos. Este rollo se justificaba porque a raíz de las últimas guerras en Irak y Afganistán un arma letal ha emergido como son los llamados drones, que son aviones no tripulados que traspasan fronteras identifican al enemigo y los matan, así de simple. La orden de matar puede ser ordenada al otro lado del mundo desde un cómodo sillón. Claro, esto cambia radicalmente las reglas de juego y erosiona las bases del Derecho internacional. Sí el gobierno identifica a un presunto sospechoso puede mandar a un drone y ordenar ejecutarlo sin miramiento ¿y sí se equivoca como pasa a veces en Irak o Afganistán? ¿Y sí estas armas lo usan grupo de mafiosos? ¿Quién está a salvo? Volveríamos a las leyes del oeste. Todos y todas portando pistolas y con cautela porque desde el aire te puede disparar un drone y no cuentas el cuento. Cada día buscamos nuestro propio aniquilamiento.