Artículo científico “Blood lead levels in indigenous peoples living close to oil extraction areas in the Peruvian Amazon” publicado en la revista “Environmental International” señala que en base a los resultados del estudio toxicológico de las cuatro cuencas llevado a cabo el 2016, la mayor concentración de plomo se encuentra en las comunidades donde la actividad petrolera ha sido más intensa.
En el 2019 las federaciones FEDIQUEP, ACODECOSPAT, FECONACOR y OPIKAFPE, de las cuencas de los ríos Tigre, Corrientes, Pastaza y Marañón lograron que MINSA publicara el informe final del Estudio epidemiológico y toxicológico (2016) realizado con el Instituto Nacional de Salud (INS) que analiza presencia de cinco metales pesados, entre ellos el plomo en la población local. Los resultados concluían que el 20.1 % de la población menor de 12 años supera los niveles de plomo en sangre según la normativa nacional.
Este estudio parte de la exigencia de las federaciones FECONACOR, FEDIQUEP, OPIKAFPE y ACODECOSPAT debido a la repercusión en la salud de más de 50 años de actividad petrolera que ha contaminado sus territorios de manera extensiva. El estudio incluyó 1.047 personas de las que 309 (31%) eran menores de 12 años. Se aplicaron entrevistas a las familias para identificar factores de riesgo y se tomaron muestras en sangre y orina. En la investigación también se tuvo en cuenta la distancia existente entre la residencia de la población y la instalación petrolífera.
Este estudio ha dado pie a la publicación del artículo “Blood lead levels in indigenous peoples living close to oil extraction areas in the Peruvian Amazon” (https://authors.elsevier.com/sd/article/S0160-4120(21)00264-6) en una de las revistas más prestigiosas de la literatura científica “Environmental International”.
El artículo tiene como principal hipótesis que en las zonas donde hay más contaminación ambiental el plomo puede llegar a la población local a través de la dieta, ya que la población caza y pesca para alimentarse y estudios previos han demostrado la presencia de plomo en los animales de esta zona. En cambio, en los lugares con menos contaminación ambiental, la vía más probable es por exposición ocupacional, como, por ejemplo, estar en contacto directo con el petróleo al participar en tareas de limpieza después de vertidos de crudo.
El estudio detectó más plomo en la sangre de quienes residían a menos de una hora a pie de una instalación petrolera. Los valores observados en esta investigación son el doble de altos que los valores encontrados en niños en Europa entre 1999 y 2007, período en el que todavía se usaba gasolina con plomo en Europa (hasta 2005 en algunos países), como indica Cristina O’Callaghan-Gordo profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación” la Caixa” junto con el Instituto Nacional de Salud de Perú que lidera el estudio.
Otro hallazgo relevante es que el mayor nivel de metal en sangre se encontró entre los participantes de la cuenca del río Corrientes, donde se concentra la mayoría de las actividades de extracción petrolera. Cabe señalar que en esta cuenca se encuentran dos lotes petroleros donde han ocurrido un gran número de derrames.