Santiago Rivas quería ser un agente secreto. Con lentes oscuros, peinado engominado y celular en mano se paseaba por las calles de Iquitos hace algunos años.
Santiago Rivas quería ser un agente secreto. Con lentes oscuros, peinado engominado y celular en mano se paseaba por las calles de Iquitos hace algunos años.