Reencuentro de exalumnos agustinos de Iquitos en Lima
El encargado de juramentar a los jugadores será Marcial Salazar Orbe, el popular “Masho” que ha jugado en Deportivo San Agustín, Deportivo Municipal, CNI, Hungaritos Agustinos, Alianza Lima, Universitario y en el seleccionado peruano. Todo un récord.
La promoción del colegio es una institución en muchos lugares. En la región Loreto
un lugar que ha tomado en serio la cita del recuerdo, el reencuentro de los estudiantes que un día fueron, es el colegio San Agustín, de Iquitos. Cada año realiza sus eventos con los exalumnos. Lo que sorprende es que pese a los años y los desengaños los estudiantes acuden a esas citas y todo es júbilo y jolgorio. Los días entonces se llenan de vivencias, de anécdotas, de recuerdos y la confraternidad estalla en varios lugares, Es ya una tradición que todos los años se desarrollen esos eventos, algo que enriquece de todas maneras la vida estudiantil y de los adultos de ahora.
Cuando en setiembre del 2016 algunos exalumnos agustinos se reunieron para jugar una pichanguita en Lima ni Carlos Martos, Alfredo Chung, Wilfredo Vela y Rudy Jarama se imaginaron lo que provocarían, gracias a su entusiasmo y perseverancia. Tampoco se imaginaron que el grupo crecería tanto qué hoy todos los exalumnos, cada uno a su manera, se sienten parte de la organización.
En noviembre del año pasado fue el primer experimento del torneo anual, que era una consecuencia lógica de los torneos relámpago de todos los últimos domingos del mes. Y desde ese 2017 que aún está en el recuerdo de todos, las cosas han avanzado para mejor.
Este año, por ejemplo, se rendirá homenaje a profesores como Margarita Tapullima, Betsy Bardales, Jorge Bardales, Corina Soto, Raul Rengifo, Pedro Avilés, William Acevedo y Tito Arias. Todos ellos ejemplos dentro y fuera del aula. Porque así es el espíritu agustiniano: quién no es agradecido es un mal nacido, ya decía San Agustín. Los egresados del Colegio San Agustín tenemos mucho que agradecer a los profesores.
La cita comenzará a las 9 de la mañana del sábado 24. Habrá música, comida, deporte y todo lo demás, donde se incluye la charla interminable entre compañeros que sin importar el año de egreso o el aula que tuvieron se envuelven en anécdotas que perduran en el pecho, cerquita al corazón.
No se podrá escribir la historia de estos reencuentros sin agradecer a quienes desde la organización han puesto su tiempo y dedicación a qué todo salga bien. El 2017 fue 1987 la encargada de los detalles y todo salió bien. Este año serán los egresados de 1978 quienes han afinado todos los detalles para que todo salga mejor. Así será. Sin duda. Ah, claro, hay quienes lanzan dardos anónimos y visibles, pero de ellos también es el reencuentro. Acaso no sabemos que desde las aulas hay quienes nunca hacen nada para evitar equivocarse y hay quienes están a la espera de un error para maximisarlo. Alguna vez se tendrá que reconocer al cuarteto de esos bravos muchachos que han iniciado está pichanguita que ya se ha vuelto una locura total, tanto así que más son los que van a Lima en noviembre, que los que llegan a Iquitos para reencontrarse con el balón y la institución.