- Aceite de coco
Durante miles de años, el aceite de coco se ha utilizado para proteger, limpiar y nutrir el cabello. La composición química del aceite (triglicéridos de cadena media) pasa fácilmente a través de la membrana celular de tu pelo para penetrar profundamente el eje del cabello en sí.
- Aceite de oliva
El aceite de oliva bloquea a hormona dihidrotestosterona y promueve el crecimiento normal del pelo. Al estar cargado con antioxidantes, el aceite de oliva libera la piel de los radicales libres, estimula la circulación y aporta nutrientes al cuero cabelludo y a los folículos pilosos también.
- Aceite de Lavanda
Además de ser el aceite esencial más popular, la lavanda también se considera ser uno de los tratamientos naturales más eficaces para la prevención de la pérdida del cabello.
Su capacidad para combatir la alopecia areata (una condición común responsable de la pérdida excesiva del cabello) permite un considerable crecimiento del cabello dentro de meses de uso regular.
- Aceite de Ricino
El aceite de ricino es muy eficaz en el tratamiento de la pérdida del cabello.
El aceite de ricino estimula el crecimiento del cabello contiene ácido ricinoleico: un fuerte agente antibacteriano y anti-fungicida, que protege el cabello y el cuero cabelludo de infecciones.
- Aceite de Jojoba
Derivado de la semilla de la planta de jojoba, esta cera líquida es similar en composición al sebo, la crema hidratante y acondicionador natural producida por el cuerpo.
A diferencia de la mayoría de los otros aceites utilizados en los tratamientos del crecimiento del pelo, el aceite de jojoba no penetra en el cabello, más bien sella el folículo piloso para sellar la humedad. Romper la acumulación de la costra es cómo la jojoba beneficia la salud del cabello.