Cuando la comisión de marras se reunió para determinar la fundación oficial o porteña de Iquitos, Basadre ya había publicado la información sobre el folleto y el primer barco en Iquitos. Los de la comisión, inclusive, llegaron a consultar con el ilustre tacneño. El se debió sorprender de que tantos intelectuales no hubieran leído su obra. El mismo Basadre les habló sobre el 26 de febrero y sobre el Pastaza como hechos claves en las relaciones entre región y nación. Pese a saber la autorizada opinión del brillante historiador peruano, opinión sustentado con datos y documentos, los comisionados optaron por el 5 de enero.
Es decir, optaron por una mentira, por un dato falso. Y así dieron origen a un malentendido que estalla de vez en cuando. Nadie puede desde antes defender en serio al 5 de enero, porque no existe ningún dato sobre la llegada de cualquier barco o piragua o canoa ovada a Iquitos, pero hay gente que no quiere admitir el 26 de febrero ni al Pastaza. Por algo será, decimos. Ahora acaba de estallar ese falaz 5 de en lugar menos indicado por el dato erróneo, para el dato falso. Un museo, cualquier museo, es la memoria viva, palpitante. No puede ofrecer datos superados, ni datos erróneos. Tiene que estar acorde con los tiempos y con los avances en las investigaciones en el campo histórico.