Canallada
Una niña rubia en un campamento gitano levantó las sospechas de la Policía griega, pensó que era un secuestro de menores y detuvieron a los supuestos padres y la niña está hasta que se defina su situación legal en una casa de acogida de una ONG del país heleno. El sentido común de la policía [si la tiene] cotejó que la niña rubia en sus rasgos faciales difería de sus padres morenos ellos. La prensa inmediatamente la llamó o bautizó como “el ángel rubio” y se recibieron rápidamente llamadas y mensajes electrónicos de solidaridad con la niña y la condena de sus padres. Muchos de esos mensajes eran de padres que habían perdido a una niña y pensaban que era la desaparecida, los presuntos padres se hicieron las respectivas pruebas de ADN y no eran los padres. Pero era una falsa ilusión que alimentó la prensa y la policía sin tener en cuenta “el interés superior del niño o niña”. Que crueldad. El relato de los padres ante la policía era lleno de contradicciones. Pero luego de unos días la policía búlgara hizo unos análisis de ADN a unos posibles progenitores gitanos y parece ser, todo hace indicar, que son los padres de la niña; señalaban que entregaron a la niña por razones que no la podían mantenerla ni darle de comer. Sí, la niña era de origen gitano. Pero el revuelo ya estaba hecho y el daño también. Sin embargo, la prensa ni la policía ha pedido perdón por tremenda intromisión a los derechos fundamentales de la niña y sus padres. Están como si nada hubiera pasado. Hace poco se dio la noticia que la policía observó en una aldea gitana que una niña era completamente diferente de sus padres, a primera vista. Detuvieron a los padres y la niña fue a un centro de acogida. Les hicieron las pruebas de ADN y resultó que ellos eran indubitablemente los padres ¿? El efecto de la primera niña o “ángel rubio” ha cundido para mal. Es una arbitrariedad morrocotuda. Se informa que la primera minoría que sufre discriminación en Europa por racismo es la etnia gitana, las apariciones de estos lamentables hechos de la niña gitana en Grecia ha echado más gasolina al fuego. Se ha podido tratar la noticia con más discreción. Y estamos en el corazón de Europa.
