Monseñor Julián García Centeno, a través de un documento hizo un llamado a los que conforman la Iglesia, los electores, los candidados y medios de comunicación a raíz de las elecciones. Dice asi:

Las elecciones del próximo 3 de octubre, me ofrecen la oportunidad para dirigirme a todos los fieles del Vicariato y a todos los hombres de buena voluntad con algunas reflexiones sobre la responsabilidad que tenemos todos como ciudadanos de un pueblo al que amamos y para el que queremos todo lo mejor.

Misión de la Iglesia

 1.  La misión de la Iglesia no es de orden político, económico o social, sino religioso (GS 42). Pero de la misión religiosa se derivan funciones, principios y luces, que sirven para consolidar la comunidad humana. La Iglesia tiene una buena nueva y un mensaje que anunciar y ofrecer, que tiene, sin duda, repercusiones decisivas en la sociedad. Está en el mundo para servir al hombre, desde su específica misión, en su dimensión personal y social, terrena y trascendente. Y se siente solidaria del género humano y de su historia (GS 1).

 2.  Por otra parte, la Iglesia ni está ligada ni quiere estarlo, a ningún sistema político determinado (GS 76). Permanece y quiere permanecer al margen de las contiendas políticas. No es misión de la Iglesia decirle a los ciudadanos a quien tienen que elegir, ni qué programas, tácticas o estrategias deben poner en práctica los gobernantes. Ni ofrecerle soluciones técnicas, o recetas económicas.

Pero sí pedirle a las autoridades, sean del color que sean, que estén al servicio de toda comunidad. Que respeten los derechos de todas las personas sin distinciones, discriminaciones ni privilegios. Que promuevan y protejan el ejercicio de la verdadera libertad de todos y la participación de todos en los problemas comunes. Que promuevan la equitativa distribución de los bienes de la tierra. Que pongan sus energías, saberes, talentos y tiempo, al servicio de  los ciudadanos, sin partidismos ni nepotismos. Que miren ante todo por los más débiles, pobres, olvidados y marginados. Que escuchen los justos reclamos del pueblo. Que sean verdaderos servidores y pongan todo su empeño en erradicar el hambre, la desnutrición, el desempleo, el maltrato a las mujeres y niños y abran caminos de esperanza a nuestros jóvenes, etc.

 Todos responsables

 3.  En la sociedad civil todos tenemos nuestra responsabilidad propia. Todos los ciudadanos somos, en alguna medida, responsables de lo bueno y de lo malo que hay en la sociedad y del clima en que vivimos. La sociedad no está sólo en manos de los otros, sino que está también en las nuestras. Cada uno es responsable de sus actos y tiene que ser consecuente con sus convicciones. Todos tenemos deberes sagrados con nuestra patria. Nadie puede sustituirnos. Y debemos sentirnos comprometidos con ella.

Nuestra responsabilidad no se limita únicamente al voto que emitimos; se extiende también a la participación y a la vigilancia de la gestión de los elegidos para los cargos públicos.

 Algunos puntos fundamentales

 4.  Ante las elecciones del próximo tres de octubre quiero subrayar algunos puntos, que, a mi modo de ver, merece la pena tener en cuenta en este tiempo movido y agitado previo a las elecciones.

Electores

 a.  En primer lugar, es preciso que todos tomemos en serio las elecciones. El bien de nuestra sociedad y de nuestro pueblo requiere y reclama la participación activa y responsable de todos los ciudadanos, grupos sociales y políticos legítimamente constituidos. Todos tenemos algo que ver con la vida de toda la comunidad.

 b.  Todo ciudadano tiene el derecho y el deber de votar. Su voto es una manera de comprometerse. Y es libre para elegir la opción política que juzgue más conveniente para el bien común, según su propia conciencia y que mejor se adecúe a sus convicciones. 

  1. Se debe tener en cuenta que el futuro de una sociedad no es sólo de orden político y económico. Que el desarrollo auténtico tiene que tener en cuenta el aspecto social, cultural, moral y religioso, dimensiones que afectan directamente a la persona, que es, sin discusión, lo primero y lo más importante de la sociedad.  

El voto y los candidatos 

d.  El voto debe ser secreto, libre, consciente y responsable. Por tanto el votante debe esmerarse en conocer la competencia y la calidad ética de los candidatos y sus aliados. Conocer los programas y las ofertas con el fin de contrastar su bondad, realismo y coherencia. Y con conocimiento de causa confrontar las distintas alternativas, con el fin de elegir, la que crea más adecuada, según su conciencia. 

e.  Es necesario que todos los candidatos y todos los grupos políticos gocen de igualdad de derechos y puedan expresar, difundir y defender con absoluta libertad, sus ideas y propuestas, de acuerdo con un sistema democrático y con respeto a quienes no piensan como ellos. Que la confrontación de ideas y programas no degenere en agresividad o insultos. 

  1. En cuanto a la campaña electoral, es necesario que todos sin distinción, – autoridades y súbditos – pongamos el mayor empeño, cada cual según sus competencias, en que sea limpia, transparente y honesta. Y se desarrolle en todo momento con altura y dignidad. Con el debido respeto a todas las personas y a su vida privada, evitando cualquier clase de violencia: insultos, agravios, acusaciones sin fundamento, amenazas…  a las personas o a sus bienes, etc. 

Medios de comunicación 

g.  Los medios de comunicación social, que tienen tanta influencia en la opinión pública, deben ajustarse, en su proceder, a las exigencias éticas y morales. Lo que supone, entre otras cosas, ofrecer información verídica, no prestarse a propaganda manipuladora, interesada o deshonesta, ni al chantaje, etc.

La libertad de expresión no significa que sean éticamente aceptables las conductas y medios que no respeten la dignidad de las personas. Ni de quienes difaman, calumnian o tergiversan la verdad, distorsionan los hechos, causando daño a las personas y a las exigencias del bien común. 

5.  Finalmente invito a todos los fieles y hombres de buena voluntad a invocar al Señor para que nos de la luz y la sabiduría que necesitamos para cumplir nuestros deberes y nuestras obligaciones y para que aceptemos en la elección de quienes van a dirigir durante los próximos años el destino de nuestro pueblo.

 Fr. Julián García Centeno
Obispo de Iquitos

3 COMENTARIOS

  1. La reflección o llamado que hace el Monseñor no es otra cosa que meterse en política, la pregunta es ¿Cuando no ha intervenido la Iglesia en Política? desed su fundacíon y en todo el mundo, acaso cuando vinieron los españoles al perú no vinieron con ellos los famosos curas que ordenaron matar a nuestros antepasados por creer en el Dios Sol, y los sacha curas que se esconden con la fracesita de «Hermano» y se dedican a decir a nuestros ribereños que ellos viven en la riqueza y que no se dejen arrebatar dicha riqueza ¿de que riqueza hablan?

  2. el llamado debe hacerlo primero en su medio de comunicación, en la radio LVS, al parecer ahi estan a favor de UNIPOL, y eso lo confirma el famoso videito de doña Mari Perez

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