INSISTENCIA DE LOS APAGONES
La raja de leña era lo único que pertenecía a la zona cuando apareció en Iquitos la empresa eléctrica de los apagones, de las sombras nada más como en el bolero, de las perpetuas tinieblas como en el infierno. El resto de esa desgracia eterna, la misma corriente que de pronto se interrumpía, era de afuera. De otra parte vino ese servicio que se sirve de nosotros a su gusto y antojo. Los años no han cambiado las cosas y ahora los que mandan fabricar los cortes, los apagones, los racionamientos y las descaradas cobranzas son de otros prados. Pertenecen a la tierra de la papa. Papa a la huancaína. Son de Huancayo y han perdido el gallardo espíritu huanca que en el pasado distinguió a ese lugar de la serranía. Porque no pueden acabar con esos apagones. Digan lo que digan, hagan lo que hagan, la luz se corta de repente, salvo que avisen a los pobres usuarios.
Como será de torcido nuestro destino energético, nuestra inclusión en el progreso, que el temible servicio eléctrico inicial fue obra de una empresa dedicaba a la navegación. Los directivos de la misma, como si nada, dejaron sus naves y pasaron a manejar calderas, medidores, focos nada ahorradores. Su sede era Lima y el apagón era como el aguajal del tormento y una de las causas de que tantas cosas no hayan prosperado entre nosotros.
El memorioso Alfonso Navarro Cáuper era un optimista sin remedio y podía arrendar por los predios de la candidez. Cuando se inauguró la iluminación eléctrica en Iquitos, escribió un ardoroso elogio de la luz. Poco le faltó para que sostuviera que la corriente eléctrica era la felicidad total. Pero cuando comenzaron los apagones, se calló en todos los idiomas. Eso hacen también los forasteros que comandan los desatinos de los apagones. A veces piden disculpas o explican las falencias técnicas, pero las palabras no alumbran ni reponen las pérdidas.
que voten a todos los funcionarios de electro oriente con toda su presidenta que vive en lima…
La culpa no es de los forasteros. La culpa es nuestra. Recordemos que salimos a las calles a protestar contra el proyecto de construccion de una hidroelectrica en la selva. No hay remedio, la solucion que otros paises dieron es energia eolica, nuclear o hidroelectrica. No sabemos aprovechar nuestros recursos por tener dirigentes ineptos. Seguiremos usando velas y lamparin hasta una nueva generacion de politicos regionales entre en escena. Al presidente regional le faltan pelos y neuronas en la cabeza.
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