Más de 20 estudiantes del distrito de Cabana continúan presentando complicaciones de salud un año después de intoxicarse con productos del programa Qali Warma en la Institución Educativa Gamaliel Churata, situación que finalmente motivó la llegada de especialistas desde Lima al hospital Carlos Monge Medrano de Juliaca para brindar atención médica especializada a los menores afectados.
Los cinco especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña dividieron la atención en dos turnos, evaluando 10 estudiantes durante la mañana y otros 10 en la tarde, mientras que Constantino Vila Córdova, director general de operaciones en salud del Minsa, confirmó el trabajo conjunto con la Red de Salud San Román para implementar programas de promoción y prevención sanitaria dirigidos a la población infantil de la zona.
El funcionario del Minsa explicó que los estudiantes habían recibido atención previa en el establecimiento de salud de Cabana, el hospital de Juliaca, el mismo Instituto de Salud del Niño en Breña y el hospital San Bartolomé, donde incluso uno de los menores fue sometido a una intervención quirúrgica por motivos relacionados con su condición de salud tras la intoxicación alimentaria.
Sin embargo, los padres de familia contradijeron estas declaraciones y denunciaron que sus hijos presentan complicaciones diarias desde el incidente, además de haber realizado gastos significativos en clínicas particulares sin recibir reembolso alguno por parte de las autoridades responsables del programa alimentario escolar.
Las familias afectadas también señalaron que sus hijos han sido perjudicados académicamente debido a las constantes ausencias en sus centros de estudio, mientras que el representante del Minsa inicialmente sostuvo que los menores habían sido atendidos en cuatro oportunidades diferentes, versión que fue desmentida categóricamente por los progenitores presentes.
Ante las acusaciones de abandono y falta de monitoreo constante, el funcionario del Minsa guardó silencio y posteriormente se comprometió a que los escolares serán monitoreados constantemente a partir de la fecha, mientras que los resultados de las evaluaciones médicas se manejarán de manera estrictamente privada y solo se informará a los familiares directos de cada caso.
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