Gestiones en día feriado 

En la existencia  del peruano burocratizado, mensualero, bostezador, el trabajo diario es una tonelada de carga. Un infierno insalvable. Para darle respiro a ese sufrido personaje de oficina, de atenta acción para agradar al jefe, de horas laborales controlados por tarjeta,  los últimos gobernantes han abusado del feriado largo. La abulia nacional, esa tara que todos podemos padecer, prolongó los habituales rojos del calendario y adicionó más días para el descanso o el cuento del turismo interior. El que no cree en días rojos o negros en el calendario, en feriados cortos o largos, en descansos por decreto, es el nunca bien ponderado burgomaestre de esta Maynas laboriosa y generosa para disfrutar de tantos días de descanso.    

La riqueza de una nación es generada por el trabajo, tiene que ser el inspirado lema que guía diariamente al señor Charles Zevallos Eizaguirre. Le guía tanto esa verdad fulminante que hace poco tuvo que viajar de improviso, para variar un poco, a la distante Lima para realizar importantes gestiones que redundarán en beneficio de los moradores de estos pagos tan amantes de los feriados largos. El problema es que el día martes, intenso día de tantas gestiones, visitas, consultas, entrevistas, conferencias y cuanta cosa, era  rojo, era feriado, era no laborable,

¿Cuántas importantes  gestiones se pueden hacer ante todas las puertas cerradas, ante la ausencia de funcionarios, representantes, burócratas? ¿Cuántos convenios se pueden firmar con nadie o con sombras?  Hacemos esas preguntas no por jorobar la paciencia de esos nadies, esas sombras. El señor alcalde dijo, con todas sus letras y sus tildes, que se iba a Lima para hacer  gestiones. Y lo dijo sabiendo que el día siguiente era 30 de agosto, era rojo, era día de la patrona Santa  Rosa. Y lo dijo sabiendo lo del embargo al municipio, del no pago a los trabajadores ediles.