En el Centro Ferial Sachachorro, donde operan 143 microempresarios de diversos rubros, comerciantes como María Luisa y Giovana expresan la urgencia de abordar las condiciones del lugar. La falta de iluminación y el deterioro de los pisos son problemas recurrentes, agravados por la lluvia, que inunda los espacios y complica las ventas. Ambas comerciantes destacan la necesidad de instalar calaminas transparentes para permitir el ingreso de luz natural y mejorar la seguridad en el recinto.
Giovana señala que, aunque la directiva organiza actividades para recaudar fondos, también es crucial recibir apoyo de las autoridades locales. Aseguran que el costo diario de los arbitrios ha aumentado y que varios comerciantes están regularizando sus pagos para poder solicitar asistencia. La situación se complica cuando la electricidad se corta, lo que provoca que se cierren los locales a partir de las seis de la tarde, limitando el tiempo de ventas.
Las comerciantes también mencionan el deterioro de la infraestructura, donde los pisos de madera están en mal estado y se dañan con la humedad. A pesar de estos retos, María Luisa y Giovana resaltan su compromiso por salir adelante y mejorar las condiciones del centro ferial.
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