El obispo Jorge Amado Díaz Bartra, fundador de la Congregación Fraternidad Sacerdotal San Giorgio y Embajador para la Paz, compartió sus vivencias con la ayahuasca. Relató que su primer encuentro con esta planta sagrada, fue a los 18 años, cuando trabajaba en el centro de rehabilitación Takiwasi en Tarapoto. Describió cómo, bajo la guía del chamán Jack Mavid, experimentó efectos físicos y emocionales que le ayudaron a enfrentar problemas personales.
Durante las ceremonias, el obispo experimentó visiones intensas y sensaciones físicas extremas, como dolor en el corazón, que interpretó como una forma de purificación. Además, explicó que la ayahuasca, combinada con la chacruna y otras plantas ceremoniales, le permitió confrontar y superar aspectos oscuros de su vida, incluyendo influencias negativas y problemas emocionales.
Díaz Bartra subrayó que su experiencia demuestra el potencial terapéutico de la ayahuasca cuando se usa con respeto y en el contexto adecuado. Resaltó la importancia de entender la ayahuasca no solo como una planta alucinógena, sino como una herramienta para el crecimiento personal y espiritual, enmarcada en prácticas tradicionales de la Amazonía.
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