Un joven de 25 años de Puno, en el umbral de la tragedia, se convirtió en un héroe, al lograr salvar la vida de siete personas en estado crítico, incluyendo un bebé de cinco meses.
El joven había manifestado su deseo de ser donante de órganos antes de fallecer, a los 25 años, debido a un accidente cerebrovascular por aneurisma. Este valiente acto altruista fue el punto de partida de una historia de redención y esperanza.
Para hacer realidad el deseo del joven donante, un equipo de especialistas médicos, enfermeras, técnicos y personal administrativo se movilizó rápidamente. Con la coordinación de EsSalud y el Ministerio de Defensa, un jet y un helicóptero se convirtieron en la vía para transportar un corazón, dos riñones, dos córneas y un hígado a pacientes en estado crítico.
Los órganos donados se distribuyeron estratégicamente para salvar el mayor número posible de vidas. Un paciente de 54 años en el Instituto Nacional Cardiovascular (Incor) recibirá el corazón, mientras que el hígado se dividirá en dos partes: una irá a un bebé de 5 meses y la otra a un adulto de 54 años. Dos pacientes recibirán los riñones, al igual que las córneas.
El presidente ejecutivo de EsSalud, César Linares, saludó la colaboración entre el personal médico y los héroes anónimos que hicieron posible este operativo. Cerca de 100 personas, incluyendo médicos, enfermeras, pilotos de las FF.AA. y la Policía Nacional, se unieron con un propósito común: salvar vidas.
Linares agradeció al Ministerio de Defensa y la Policía Nacional por su apoyo en el transporte de órganos y personal. Además, hizo un llamado a la población a considerar la donación de órganos como un acto altruista que puede cambiar vidas. Un solo donante puede impactar hasta 9 vidas, subrayando la importancia de este acto noble.
A pesar del dolor, los familiares del joven donante respetaron su decisión y permitieron que su legado perdurara a través de la donación de órganos.
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