– Equipo del norte debe pagar los platos rotos
La derrota frente a León de Huánuco nos deja en el fondo de la tabla y lo único que no queda el próximo fin de semana es que Alianza Atlético pague los platos rotos. El equipo albo estuvo a poco segundos de conseguir un valioso resultado en Huánuco pero la suerte estuvo de lado de los locales. CNI viene de perder tres partidos consecutivos al igual que Alianza Lima y espera este próximo fin de semana empezar a levantar cabeza. La presente es una crónica vista desde el lado de los medios nacionales en especial de la página web: dechalaca.com.
La pizarra: Coraza charapa
CNI maniató a León con el inteligente sistema de defensa a ultranza que planteó ‘Chalaca’ Gonzales: tres centrales, con Butrón como nítido caudillo, dos marcadores bien en sus puntas -Salas encima de Perea-, otros tres hombres de marca, Vergara delante de estos y finalmente Pando como punta. Lo de León, con un cuadrado que extrañó a Rodas pues a ‘La Virgen’ Dionisio le quedó grande la responsabilidad, y en el que Zegarra pareció -según los relatos y reportes llegados desde Huánuco- algo falto de forma para soportar un ida y vuelta más exigente que cuando el equipo juega con rombo, fue muy monótono y falto de imaginación, por lo que la suma de delanteros sobre el final no fue otra cosa que sinónimo de desesperación por encontrar un gol que finalmente llegó.
Los cambiazos: Más delanteros no es más goles
Así, el cuadro crema acabó jugando con cuatro hombres en punta: entraron Sánchez (el ex Tecnológico) y Miranda para sumarse a Perea y Calheira, pero nunca encontraron cómo sobrepasar la férrea línea loretana. De algún modo, igual, las reacciones en los bancos parecieron tardías: ‘Chalaca’ también agotó sus variantes en tres minutos, con Cominges y Barrena como cartas aparentes para desequilibrar, pero que le pagaron muy mal. Ambos desperdiciaron ocasiones de modo clamoroso que pudieron permitirle a CNI llevarse un triunfo cuando el partido estaba cerrado.
El capo: Jair Butrón
El hombre con mayor recorrido del trío central loretano soportó todo el peso del aluvión huanuqueño a lo largo del partido. Impecable en los cruces y bien en los cierres -y hasta lanzado al ataque por momentos-, el mayor de los Butrón estuvo bien complementado por Salas y por una actuación correcta del debutante golero argentino Matías Dituro, quien podría solucionar los dolores de cabeza de ‘Chalaca’ Gonzales en el arco.
El extraviado: Carlos Zegarra
El experimentado volante se encontró con la horma de su zapato en el Heraclio Tapia. Confinado a la primera línea por el cambio de esquema, trajinó sobremanera y el físico pareció no acompañarlo, al igual que a Ferrari, quien también anduvo algo errático en la marca. Además, Zegarra estuvo condicionado todo el partido por el penal que disparó de modo displicente y le fue atajado por Dituro, que podría haber comenzado a cambiar la historia a favor de León mucho más temprano.
High ligth
Que panda el cúnico: Temprano, a los 3′ y cuando el público aún seguía entrando al estadio, CNI comenzó a vengar la historia de 1992. Un error en salida de Cardoza fue bien capitalizado por Marcos Delgado, quien le puso un pase largo a Pando para que este, a la carrera, le sombreara el balón a Flores. Los de ‘Chalaca’ tenían un comienzo inmejorable.
Hay arquero: Matías Dituro debutó con pie derecho en CNI, más allá de la derrota. El argentino estuvo atento y proveyó al arco loretano de la serenidad que no le daban ni Zayas ni Hernández. Su punto cúspide estuvo a los 17′, cuando atajó en forma plástica el penal disparado con cierta displicencia por Zegarra, que podría haber significado el empate parcial.
Soluciónalo desde atrás: León, sobre todo a través de Perea, falló varios goles como hace dos semanas ante Cristal. En una fue grotesco y forzó un córner, a cuya salida, Cardoza, viniendo desde atrás, como acostumbra, mandó el balón al fondo de un cabezazo. El colombiano defensa enmendó la plana al colombiano delantero.
La venganza fue de ‘Ronnie’: Calheira, una vez más, no las había tenido todas consigo. Luis García lo había dejado libre para cabecear a los 69′ y el palo le había dicho que no. Luego, CNI había tenido la opción de vengar la afrenta de 1992 con las comentadas ocasiones de Cominges y Barrena, y parecía que el empate ya era premio en Huánuco. Pero sobre la hora, en el primer minuto de descuento, Ronaille volvió a cabecear tras un centro y la mandó a guardar. La única revancha, pues, fue la personal del brasileño con una tribuna que lo resistía y cuya sed de triunfo aplacó. (Fuente: www.dechalaca.com)