Tiene tan solo 12 años y la mala fortuna de haber caído en las garras de una mujer, que a pesar de su condición académica, la trató como si fuera una empleada doméstica o una esclava. Nora es una niña que logró escapar de las garras de una abogada, que en el colmo de males, ejerció hace algunos años el cargo de jefa de la Demuna en el distrito de Punchana.
Escribe: Jorge Carrillo Rojas
Para algunos puede no ser creíble que en estos tiempos una persona con un nivel académico al de cualquier otra persona pueda tener a una menor sometida a acciones esclavizantes valiéndose de la procedencia de la infante. En Iquitos este caso ha conmovido a la comunidad por quienes son los actores.
Martes 7 de junio. Son las 10:30 de la mañana. Una vecina del sector de las calles Abancay con Maynas llega a este diario a denunciar que una menor es abusada en el interior de una casa en el distrito de Punchana. Las primeras versiones de Isabel Vásquez es que se trata de una menor que es abusada en el domicilio de la abogada Irma Julia Rosales Rosales, esposa del ex candidato a la alcaldía de dicho distrito Leonidas Canchaya.
En las inmediaciones de la casa de la ex jefa de la Demuna de Punchana, un grupo de vecinos advierte a este redactor sobre los abusos que se cometen contra la menor. Los abusos no solo se dan por parte de la abogada sino por parte del hijo mayor, un niño de no más de 12 años que, según los vecinos, constantemente agrede a la menor.
La niña, que luego fue identificada como Nora A.C, es sometida a varias labores como la de limpiar la casa, lavar la ropa y cuidar a la hija menor de la abogada. Según los vecinos, en más de una oportunidad la niña intentó comunicarse con ellos tan solo con la mirada pues le era difícil poder conversar con alguien. Cuentan los mismos pobladores que en algunas oportunidades al ser enviada a comprar a la bodega lo hacía en forma rauda. Solo en una ocasión logró entregar un papel a la propietaria de una de las bodegas de zona. Fue allí que lo pobladores pudieron conocer que se trataba de una niña de la zona del Napo.
La vivienda de la abogada colinda entre las calles Maynas y Abancay. Tiene tres puertas de acceso, dos laterales y una central como si se tratara del acceso a un garaje. Es de material noble lo que a muchos no le haría presagiar que en el interior una menor era violentada física y sicológicamente.
Los vecinos de la zona confiaron además que en una suerte de amedrentar a la menor se le cortó el cabello.
El rescate y las mentiras
Pro & Contra advirtió del hecho a la Fiscalía de Familia. La titular Iris Basurto dispuso la presencia de personal de su despacho. Al lugar llegó la fiscal adjunta Anahí Ríos Guzmán, un efectivo de la policía de Punchana y el chofer del vehículo del Ministerio Público.
En el lugar una de las vecinas se armó de valor para denunciar el abuso de la abogada, quien valiéndose de dicha condición tiene por costumbre amenazar a los vecinos sin que nadie pueda con ella. Sila Pérez Huayambahua advirtió de los abusos a la fiscal adjunta Ríos Guzmán.
Junto al efectivo policial, la representante del Ministerio Público logró conversar en el interior del domicilio con la abogada Rosales. Mientras ello ocurría, por una de las ventanas de la casa el chofer del Ministerio Público y este periodista lograban sacarle algunas palabras a Nora, quien tenía en la mano a la hija de la abogada y la ropa manchada con sangre.
Minutos después se abría la puerta del domicilio y en manos del policía salía la menor a quien ya le había cambiado la ropa pues llevaba un polo rojo. Las expresiones de la fiscal adjunto al salir de la diligencia era una muestra clara de lo poco tratable que resulta ser la abogada y que luego este diario pudo comprobar.
Irma Rosales sostuvo ser familiar de la menor aunque, al cierre de este informe, no pudo probar dicha afirmación
Información recabada por este diario permitió conocer que la niña al momento de ser derivada al médico legista llevaba la ropa interior en pésimas condiciones. Tenía signos de haber sido golpeada. Antes de ser trasportada a la Fiscalía la menor confió en el vehículo del Ministerio Público que era objeto de abuso por parte de la abogada. La menor sentía haber salido de un reclusorio cuando fue sacada de la casa.
Al cierre de este informe, la Fiscalía de Familia derivó a la menor al 2do Juzgado de Familia que despacha la jueza Jenny Pomalaza quien determinará a qué albergue será trasladada la niña. Mientas tanto será la V Fiscalía de turno la que recabará las declaraciones de la abogada Irma Rosales Rosales. Inicialmente la abogada, ex jefa de la Demuna de Punchana, sería denunciada por lesiones leves y violencia familiar.
Es lamentable y bochornoso que una disque abogaducha de quinta maltrate a una menor de edad, a esta señora le debe caer el peso de la Ley, no vaya ser que algunos jueces quieran librarle del problema, personas como estas no deben existir en nuestro querido Loreto, señores porque permitimos estos tipos de maltrato a la niñez, es indignante y vergonzoso.
SOLO EN EL PERU SE TOLERA ESTOS ABUSOS. MUERTE PARA LOS ABUSADORES DE MENORES DE EDAD!!!!!
EN VERDAD ESTO ES LAMENTABLE, EL PUEBLO DE LORETO DEBE PONERSE DE PIE Y PEDIR QUE ESTA INDIGNA MUJER SEA JUZGADA Y SANCIONADA, Y EL COLEGIO DE ABOGADOS DEBE RETIRARLE LA LICENCIA PARA EJERCER PUES CON ESTE ACTO HA DEMOSTRADO SER UNA INMORAL.
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