En Bersheva, Israel, la familia Bensimon tiene en Carlos Díaz a uno de sus engreídos. Y se merece todos los engreimientos del mundo. Calicho ha cumplido años hace unos días y en este diario apelamos a “más vale tarde que nunca” para desearle toda la suerte del mundo y que el éxito siempre le acompañe. En la familia, en el trabajo, en todo, hasta en lo lúdico tiene que irle bien a Calicho por ser como es. Salud, maestro, como dicen en la tierra del vallenato, que lo hayas cumplido feliz y lo sigas cumpliendo hasta el año tres mil. Olé.