Esta expresión del exergo es para ilustrar alguna cortapisa o guijarro en cualquier proyecto de los más trascendentales a los más mundanos. Mi experiencia con la Administración en España es casi siempre un trago amargo. Te topas con funcionarios o funcionarias que no te escuchan, que están a su aire – me viene a la memoria los personajes hafkianos, gente sin emociones ni oídos. Recuerdo que para la puñetera homologación del título, a días del examen, me entero que faltaba una resolución que me habilitaba dar el examen escrito y oral ante un tribunal. Tuve que moverme como loco y tocando puertas de funcionaron que solo refunfuñaban ante el caso. Luego de mucho ir y venir, me habilitaron a veinticuatro horas del examen y, a pesar de esos apremios, pude dar los dos exámenes. Con el carné de conducir pasó igual, se perdió y la Administración me pasaba la responsabilidad siendo ellos los que lo habían extraviado ¿? Una situación de locos. Tuve que solicitar la intervención del Defensor del Pueblo que me dio la razón y me sirvió de alegato para decirle al funcionario que asuma su responsabilidad. Finalmente, luego de una batallas de casi tres años, me expidieron el carné que no lo he usado para nada. Hace unos días tuve que ir a hablar con un jefe de sección del Ayuntamiento vinculado a un caso de urbanismo por un reclamo que hicimos – lleva casi seis meses sin resolver y ellos tan panchos. Fue a consecuencia de la intromisión de los unos malos ciudadanos vinculados a construcciones urbanísticas, a quien los he bautizado como los chapuzas Campi Ruano, unos malhechores de libro con la complicidad de otros actores. El funcionario con quien me entrevisté, un día gris, parecía un hombre frío, incómodo ante mi presencia y como si me hiciera un favor. Le exponías los hechos y le importaba un zapote lo que tú decías, él a su bola. Metido en sus normas que las repetía sin ton ni son y con la coletilla “soy técnico”, cuestiones legales es otra instancia. Era como hablar con un muro, decepcionante, aferrado a su silla. Es una china enorme en el zapato.
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