Me costaba creer que luego de un gobierno local de izquierdas, la derecha (ganadora en los pactos con otros partidos) entrara en plan de demolición en Madrid, con una historia en su haber de corrupción y de dilapidación del erario público. El gobierno municipal perdedor por las negociaciones de los partidos de derechas logró disminuir la deuda contraída por el Ayuntamiento de gobiernos de derechas que elevaron la deuda a niveles muy altos que recaía sobre las espaldas de los contribuyentes. Pero los madrileños y madrileñas viven su propia burbuja. Es una democracia donde después de las justas electorales no ganan a los que más han sido votados sino aquellos que logren pactar- así como van, para llegar al poder la derecha pacta con el diablo sin ruborizarse. Es muy curioso que ellos y ellas se llenen la boca señalando al enfoque de género como una ideología y lo que ellos hacen es demoler las políticas en esta materia en nombre de la ortodoxia liberal con olor a rancio, la aplican sin pestañear. En verdad, dan un poco de temor pero no hay que quedarse en ello, en el temor, me parece que lo avanzado hay que salir a defenderlo. Todo el avance hacia políticas más igualitarias en el Ayuntamiento de Madrid se va a paralizar por el dogmatismo de la derecha y sus fantasmas. Son como esos liberales de América Latina que aplicaban y aplican políticas de ajuste por más que los resultados sean fallidos y la pobreza se ahonde, ellos aplican lo que dice en manual de turno y hasta las últimas consecuencias. Con mucho esfuerzo y dedicación el Ayuntamiento de Madrid ha logrado a través de un plan que se ha denominado “Madrid Central”, donde ciertas zonas de la almendra de Madrid se limitaban el tráfico de vehículo con el objetivo de frenar la polución, reforzar la calidad del medio ambiente de los habitantes entre otros. Resulta que la derecha por pura religión, añoran que haya atascos en la ciudad, quieren derribarlo. Una pena que en Madrid con estas medidas anunciadas por el nuevo Alcalde se vaya sumergiendo en las aguas de la oscuridad.