Estoy casi a dos calles del río Manzanares, todo un lujo para un bípedo amazónico que disfruta ver el río. Salgo de la torre donde estoy alojado, sigo recto y me topo con sus orillas. Por circunstancias de esta transición a la nueva estancia estamos al lado del vilipendiado río que atraviesa Madrid. Así que aprovecho para caminar por sus orillas, es un estímulo para los largos monólogos, para que las ideas se decanten en este periodo del Antropoceno en el que vivimos – cada vez es más urgente el cambio de nuestros hábitos cotidianos por el medio ambiente. Tengo una pila de libros en la mesilla de noche para leer o leer cuando puedo, hay urgencias más cotidianas a las que hay que prestarles atención debida y me desvían de una buena y reposada lectura. En este jubileo de emociones y de tareas me he puesto como una obligación siquiera escamotear un par de folios al día del libro que estoy echando diente. Siento que me han descepado de mi silla de leer y de escribir. Cumplo con rigurosidad espartana mi peaje voluntario de leer, espero no fallar en este intento. Trato de delimitar mi frontera de la habitación propia para dedicarme a la lectura. Hasta el momento lo estoy cumpliendo. Así que en los momentos de paréntesis suelo ir al río y lanzo preguntas ¿saldrá por circunstancias del azar un bufeo colorado o este se trasmutará en un chulapo moreno y con deje castizo?, ¿habrán historias que tengan como referente al río? Hasta el momento no les he escuchado, ¿acaso hay ciudades debajo de este río?, ¿me toparé con algún Karuara despistado? Como se comentó en otra crónica, el río está renaturalizado y tiene otra cara. La relación con el río es más fluida, antes la gestión municipal dejaba mucho que desear o simplemente no la entendía. Hoy han logrado cambiar la cara al río y la interacción con él es más fluida. F me va contando cómo era este río durante su infancia, que en las orillas había piedras o peñas grandes donde F venía a leer y pensar por un momento. El puente antiguo lo han cambiado. Han borrado esa parte de su memoria locativa pero está surgiendo un paisaje del río diferente.