¿Los animales primero?
El congresista Juan Carlos del Aguila se las trae. Auspició el novedoso foro Protección y bienestar animal y declaró que la salud pública es integral y que incluye a las mascotas. No faltaba más. El parlamentario ha salido así a defender a los animales domésticos, de casa, y los ha vinculado a una cuestión medicinal. Nos parece bien esa actitud, pero mejor sería que el congresista se fijara mejor en los humanos desfavorecidos, que piden limosna en las esquinas, que no tienen trabajo y que pertenecen a la falange de los desheredados de la región.
Agresión a huelguista
En forma matonesca, brutal, fue agredido el docente Miguel Miranda. Un policía atrevido creyó arreglar las cosas apelando a la violencia y lo único que consiguió fue la protesta de parte de los docentes. Creemos que agresiones de ese tipo empeoran la situación. El camino, como lo venimos diciendo desde hace tiempo, para arreglar las cosas y para impedir que los estudiantes de ambos sexos pierdan clases, es la búsqueda del acuerdo, del consenso y del diálogo. Agregar violencia a la violencia desatada es mala consejera.
Reemplazo de docentes
El oficialismo actual declaró ilegal la huelga de los docentes y actualmente viene reemplazando a los huelguistas. La medida no es ninguna solución sino que empeora las cosas, porque crea un clima de beligerancia en el bando de los profesores que han decidido por esa medida de fuerza. El Estado no puede dejar sin trabajo a maestros que han ganado su plaza por concurso. Las cosas van por mal camino con el relevo de los profesores. Tiene que haber una mejor solución para que continúen las clases.
Mas que preocupación
El hecho de que la congresista Tamar Arimborgo haya demostrado preocupación por el licenciamiento de la Unap y sus filiales es un buen síntoma. Indica que la citada está atenta a lo que ocurre en la región. Pero la preocupación por sí misma no soluciona nada. La congresista mencionada debería preocuparse menos y tomar medidas para hacer posible el licenciamiento de dicha casa de estudios. Sería mejor y más eficaz para la buena marcha de la educación entre nosotros.
La urbe inundada
La ciudad de Iquitos es una coladera cada vez que llueve. De pronto se abren ríos o riachuelos entre las calles y la inundación invade las casas. La ciudad no puede seguir así en esas condiciones de anegamiento. Es necesario que se haga algo, que se corrija el alcantarillado mal hecho y que se pueda evitar la creciente en cualquier momento. No se trata solamente de reparar las calles con nuevas pistas, se trata de corregir lo que está mal.
Los carros viejos
¿No era que iban a desaparecer los carros viejos de la ciudad de Iquitos?. Pero resulta que carros viejos siguen circulando con total impunidad. De esos carros viejos los peores son los microbuses destartalados que en tiempos de lluvia son verdaderas coladeras. No sabemos en qué ha quedado esa campaña contra los carros viejos. Pero, al parecer, se ha interrumpido y los que pagan el pato son los usuarios que tienen que embarcarse en esas unidades inservibles para siempre.
La empresa del puño cerrado
El consorcio Vías de Iquitos es una empresa con el puño cerrado y la billetera clausurada. Dicha empresa puede recibir la paga correspondiente y dejar sin pago a sus trabajadores. Como si nada, como si fuera algo normal. Es necesario que alguna autoridad intervenga para que dicha empresa abra las manos y muestre la billetera. No se puede permitir que siga afectando a los trabajadores que ganan, por lo demás, sueldos miserables.