Tu piel reacciona al maltrato, las capas superiores de la piel se tornan ásperas a fin de proteger al pie. Conforme pasa el tiempo, estas capas se hacen más gruesas y la parte exterior se transforma en lo que conocemos como callos. Puede que hayan cremas o remedios para ello pero no son 100% efectivas. La siguiente mascarilla es la mejor opción y se puede realizar con ingredientes sencillos de conseguir.
Ingredientes:
Lanolina
Glicerina
Aceite de almendras dulces
Aceite de lavanda
Procedimiento:
Se debe derretir cinco cucharadas de lanolina en baño maría (calentar al vapor).
Después en un recipiente anexo colocar tres cucharadas de aceite de almendra dulce y tres cucharadas de glicerina y luego se debe añadir unas gotas de aceite de lavanda.
Cuando la mezcla se encuentre caliente se la debe mezclar con la lanolina disuelta.
Y por último, en un frasco se debe llenar la mezcla que se obtuvo y esperar a que se enfríe para luego poder aplicarla sobre los callos.
Antes de realizar este procedimiento lo más recomendable es que los pies estén bien limpios. Se debe aplicar la crema sobre los lugares en donde se encuentren las durezas y frotar la zona por unos 10 minutos en ambos pies. Esta fórmula es muy eficiente si la realizan con regularidad por lo menos dos o tres veces en el mes. Pruébala tú también.