Posesionarios se resistieron dejar terreno
Con la llegada del encargado de la jefatura de la Región Policial de Loreto, coronel Juan Carnero García, se volvió a pedir a los posesionarios que se retiraran pacíficamente, responsabilizando al abogado de lo que pudiese pasar.
Haciendo uso de gases lacrimógenos, efectivos de la Policía Nacional lograron desalojar a más de 300 familias que se posesionaron de los terrenos de propiedad privada ubicado en el asentamiento humano Nuevo Versalles, en el distrito de Punchana en Iquitos (región Loreto).
Al lugar llegó un gran contingente policial junto a los abogados de los empresarios. En la puerta de ingreso a estos predios, donde antes funcionaba una ladrillera y maderera, se apostaron varios posesionarios quienes se rehusaron a salir pese a la advertencia policial.
Junto a los posesionarios estuvo el abogado, Juan Torres Baldeón, quien señaló que la policía no podía actuar pues existe una demanda judicial respecto a la ocupación de dicho predio.
Con la llegada del encargado de la jefatura de la Región Policial de Loreto, coronel Juan Carnero García, se volvió a pedir a los posesionarios que se retiraran pacíficamente, responsabilizando al abogado de lo que pudiese pasar.
Al informarse de la presencia de niños en los terrenos y cuando el oficial se prestaba a corroborar dicha versión, un forcejeo entre policías y posesionarios terminó en enfrentamiento, obligando a los agentes del orden lanzar gases lacrimógenos.Tras varios minutos de enfrentamiento, las precarias viviendas fueron destruidas y se detuvo a tres personas que estarían vinculadas al tráfico de terrenos.
Por su parte, el abogado del empresario propietario de los terrenos invadidos, Alan Rengifo, sostuvo que el desalojo se amparó en la defensa posesoria bajo el auxilio de la policía. Indicó que la diligencia estuvo de acuerdo a ley siguiendo los canales correspondientes. Además precisó que no existe ninguna denuncia judicializada sobre estos terrenos.
Producto del desalojo y, debido al uso de gases lacrimógenos, varios niños y vecinos aledaños al terreno invadido se vieron afectados.