El 430 de South Capitol Street invita al olvido. Lejos del esplendor de los grandes edificios imperiales de Washington, la sede del Comité Nacional del Partido Demócrata es una achaparrada estructura de hormigón con aire de oficina de provincias. A sus puertas no hay banderas ni águilas doradas ni los habituales símbolos del poder americano, pero en su interior bulle un ambiente juvenil y multicolor en el que a cada conversación se percibe el deseo de superar el vacío dejado por la derrota de Hillary Clinton. Ese es el objetivo final del presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez (Búfalo, Nueva York, 1961). Hombre de maneras sencillas, el estratega electoral recibe a EL PAÍS sin corbata. Habla en inglés, aunque a veces, cuando se refiere a Donald Trump y su desprecio a los inmigrantes, no puede evitar el español de sus ancestros. “Solo nos trae devastación y caos”, afirma Pérez, quien considera el shutdown un ejemplo del “fracaso masivo” de los republicanos. Su despacho, con vistas a un Washington helado, exhibe más fotos de su familia que de presidentes.
Trump, con sus tuits y su discurso agresivo, parece haberse apoderado de la agenda. ¿Cómo piensan contrarrestarlo?
El año pasado ganamos elecciones estatales en lugares donde se creía que íbamos a perder. Lo hicimos peleando por los temas que a la gente le importan. En Virginia, por ejemplo, triunfamos porque luchamos por la sanidad pública. Donald Trump ha prometido muchos cambios, pero los cambios que la gente está viendo no mejoran su vida. Los obreros, los latinos… son muchos los que han empeorado.